Una victoria que saldrá cara. El sector conservador del Tribunal Constitucional (TC), con el voto de calidad de Vicente Conde, logró ayer apartar a la presidenta, María Emilia Casas, del debate sobre el recurso presentado por el PP contra la ley que regula su mandato en ese cargo. Es el primer paso para que se consume la estrategia del PP, que ha buscado hacerse con la mayoría del Tribunal, que debe tramitar sus recursos contra un número elevado de las leyes aprobadas bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Los conservadores lograron ayer, en el tercer intento, aprobar la resolución que admite las abstenciones de Casas y del vicepresidente, el conservador Guillermo Jiménez, para resolver la legalidad de la reforma de la ley del Tribunal. Ese sector había puesto en duda la capacidad de ambos para pronunciarse sobre una norma que regula que sus mandatos sean prorrogados hasta que abandonen su plaza.

Los dos magistrados cumplieron tres años en el cargo el pasado mes de junio y en diciembre serán cesados por haber transcurrido nueve años desde que fueron designados como jueces en el alto Tribunal. Ese mes también abandonarán la sede judicial Conde y el conservador Jorge Rodríguez Zapata.

EL PRECEDENTE El PP ha recurrido a todas las estratagemas para influir en el funcionamiento del tribunal. La más efectiva ha sido la recusación. Por esta vía echó del debate sobre el Estatuto de Cataluña al progresista Pablo Pérez Tremps, pero luego cerró filas y consiguió mantener en esa deliberación a Rodríguez Zapata, que fue recusado, a su vez, por la Generalitat catalana.

Precisamente, Rodríguez Zapata y el ultraconservador Roberto García Calvo dejaron claro, en junio, que no iban a ceder y mandaron una carta a la presidenta para que dimitiera. La iniciativa no prosperó, pero fue recuperada por el PP por la vía del recurso. Una demanda que ayer fue admitida, pues, a trámite por unanimidad.

Ahora, para evitar que esa victoria sea definitiva, el Gobierno ha anunciado que, por primera vez en la historia judicial, va a recusar a estos dos jueces por considerar que están "contaminados" para resolver el fondo de la ley, porque sus intenciones quedaron claras en la carta que remitieron a Casas. Fuentes del alto tribunal aventuran que la réplica del Ejecutivo será aceptada porque los jueces progresistas tienen intención de apoyarla. Si esas previsiones se cumplen, el recurso del PP será papel mojado, ya que será rechazado por cinco votos progresistas frente a tres conservadores.

LA CRITICA Pero en el sector progresista del tribunal no dudan de que el PP tiene aún guardado un as en la manga. Consideran "deplorable" la situación del alto tribunal y critican "el cinismo" del partido de Mariano Rajoy, porque están convencidos de que en el caso de que el PP gane las elecciones generales de marzo no derogará leyes como la de igualdad, violencia de género o el matrimonio homosexual, que ahora cuestiona.