El constructor que realizó las obras de rehabilitación del palacete que el expresidente balear Jaume Matas compró en Palma, Juan Serra, ha declarado hoy que por la reforma cobró 70.000 euros en metálico y el resto "en negro" de manos del cuñado de Matas Fernando Areal, que entonces era gerente del PP.

Según han explicado a EFE fuentes próximas a la investigación, Serra ha acudido hoy a declarar como testigo ante el juez José Castro, quien instruye la causa del presunto caso de corrupción en la construcción del velódromo del Palma Arena en la pasada legislatura, bajo la presidencia de Jaume Matas.

Junto con Serra han declarado hoy también el vendedor de una tienda de muebles de Palma Juan Cortés y el joyero Pablo Fuster -ambos también como testigos- quienes han coincidido con el constructor en señalar que todos los pagos se les hicieron en metálico.

REFORMA EN EL PALACETE

El juez investiga los pagos de la reforma de una vivienda de 400 metros cuadrados, situada en un palacete de la calle de Sant Feliu, que Matas adquirió por 950.000 euros, cuando el valor estimado por la Agencia Tributaria en octubre del 2006 era de casi 2,5 millones.

El pasado 6 de noviembre, efectivos de la Policía Judicial y la Guardia Civil registraron esta vivienda por orden del juez Castro, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, quien ha citado al propio Matas a declarar el próximo 23 de marzo. El expresidente tendrá que aclarar ante el juez tanto su gestión durante la construcción del Palma Arena en la pasada legislatura que él presidía, como por los incrementos en su patrimonio personal detectados por la Fiscalía y la Guardia Civil.