El Estatuto catalán seguirá bloqueado si CiU cumple su amenaza, ratificada ayer, de no asumir las advertencias del Consejo Consultivo sobre la inconstitucionalidad de una veintena de artículos del proyecto. Los socialistas reiteraron que no darán su voto a un texto que contenga preceptos contrarios a la Constitución. El presidente del Consejo Consultivo, Joaquín Tornos, entregó ayer al Parlamento catalán el dictamen y los votos particulares de la minoría. En total, 388 páginas.

Además de la inconstitucionalidad flagrante de 19 artículos, y de varias enmiendas, el Consultivo advierte de que otros 39 preceptos podrían serlo también según cómo se interpreten. Como el dictamen es, pese a todo, claramente autonomista, dirigentes políticos catalanes temen que esos artículos dudosos sean considerados contrarios a la Constitución en el Congreso de los Diputados o en el Tribunal Constitucional.

El presidente de CiU, Artur Mas, advirtió ayer de que su formación seguirá defendiendo las mismas posiciones en cuanto a un sistema de concierto para financiar la Generalitat y la invocación a los derechos históricos para blindar competencias, dos aspectos declarados inconstitucionales por el Consultivo.

El presidente de Esquerra, Josep Lluís Carod-Rovira, sostuvo que el dictamen no obliga, porque no es una sentencia como las que emite el Tribunal Constitucional, aunque admitió que algunas de sus recomendaciones las aceptará su partido. El líder republicano argumentó que si el proyecto de Estatuto topa con la Constitución, habría que cambiar ésta.

Por su parte, el ministro y primer secretario del PSC, José Montilla, y el consejero de la Generalitat y presidente de ICV, Joan Saura, censuraron la deslegitimación del Consejo Consultivo por parte de CiU y defendieron la necesidad de que las opiniones de los juristas sean tenidas en cuenta.