El buque de asalto anfibio Castilla, con doscientos infantes de Marina españoles a bordo, atracó ayer en el puerto de Cabo Haitiano, donde comenzó la descarga de material y personal. El buque entró en el puerto sobre las 11.30 horas locales bajo la vigilancia de las tropas chilenas desplegadas en la ciudad, la segunda en importancia del país.

A bordo del Castilla, el coronel de Infantería Javier Hertfelder de Aldecoa, que mandará el batallón conjunto hispano-marroquí que se integrará en la misión de la ONU en Haití (Minustah), explicó que "la misión del contingente español, junto con el marroquí, es la de ocuparse del departamento Noreste para colaborar con la estabilización y crear un ambiente seguro y tranquilo". Entres sus tareas concretas, estará "proteger las vías de comunicación, crear zonas seguras, colaborar con la policía nacional haitiana y escoltar la llegada y el traslado de los convoyes de ayuda humanitaria".

INDEPENDENCIA LOGISTICA El coronel Hertfelder precisó que los infantes de Marina españoles y los soldados marroquís "serán logísticamente independientes, aunque, como con los chilenos, se ayudarán mutuamente". Es decir, sus campamentos estarán separados. La desidia de las autoridades haitianas impidió acondicionar los edificios en los que iban a establecerse los españoles, y los 60 hombres que ayer estaban ya de avanzadilla en Fort Liberté empezaron a levantar las tiendas de un campamento en el que los infantes de Marina vivirán, según su jefe, "un mes o mes y medio".

DESEMBARCO El desembarco de las fuerzas y el abundante material que lleva a bordo el buque anfibio durará tres días y otros tantos el acondicionamiento de las instalaciones militares, por lo que el coronel calculó que hasta el próximo jueves no empezarán a "operar con los chilenos" en las tareas que les han sido asignadas.

El general brasileño Augusto Heleno Pereira, al mando de la Minustah, dio la bienvenida a las tropas españolas y destacó que se trata de una fuerza "bien preparada y ejemplar, con mucha voluntad y disposición". El general se mostró seguro de que su sola presencia bastará para "disuadir a los grupos armados que puedan atentar contra la seguridad en la zona". En el departamento Noreste, el más pequeño del país, habitan unas 800.000 personas, entre las que el expresidente Jean Bertrand Aristide repartió gran número de armas.

PAISES AUN POR LLEGAR Con la llegada de los infantes de Marina, las fuerzas al mando del general brasileño llegarán a 3.290 efectivos. Heleno espera aún la llegada de los soldados de países como Marruecos, Sri Lanka, Nepal, Jordania y Perú.

El jefe militar de la misión de Naciones Unidas restó importancia a la violencia que vive la capital. "La situación no es tan catastrófica; lo que hay en Puerto Príncipe es un síndrome del pánico y los que provocan problemas son simplemente criminales", señaló Heleno.