¿Volverá Aznar al monasterio de Silos cuando ya no sea presidente del Gobierno? El se ha comprometido, aunque los escépticos prefieren esperar un año y ver. En todo caso, ya nada será como antes. Ya no habrá ese imponente despliegue de Guardia Civil por las carreteras de la vieja Castilla, la paz monacal ya no se verá interrumpida por el rugido de las hélices del helicóptero ni por la marabunta mediática.

Pero, ¿por qué Silos en una tierra plagada de monasterios? José Díaz Herrera e Isabel Durán, en su libro Aznar, la vida desconocida de un presidente , atribuyen a Juan Carlos Aparicio, exministro de Trabajo, actual alcalde de Burgos y amigo del abad, el rito de ir cada año al monasterio. Cuentan que cuando era vicepresidente de Aznar en la Junta de Castilla y León, Aparicio le dijo: "Silos representa mucho en la cultura castellano-leonesa. Es lo mismo que Montserrat para los catalanes, y ya ves lo que hace Pujol". Al dirigente del PP le convenció el argumento y va a Silos desde hace ya más de diez años.

SOBREMESA TERRENAL

El ritual de ayer volvió a incluir una frugal comida --verduras, pescado y fruta--, tras la cual Aznar charló con los monjes. Irak y la sucesión fueron asuntos terrenales que ocuparon la sobremesa. El presidente del Gobierno calló cuando se trató del sucesor. "Ni bajo secreto de confesión" quiso revelar el nombre, según admitió el abad. Este, horas antes en la SER, no desveló preferencias, pero sí aptitudes: "Somos hombres de oración y pedimos que salga presidente quien valore y promocione las ideas que mejoren la convivencia entre los españoles y la convivencia mundial".

Que cada uno interprete si eso es estar a favor o en contra de la guerra de Irak. Un hombre, de entre el centenar de personas que esperaban a José María Aznar ante el monasterio, le increpó al llegar: "Yankees fuera", "estáis insultando al pueblo iraquí". Pero el resto del público le gritó "fuera, fuera", y la policía se lo llevó. El alcalde de Santo Domingo de Silos aseguró tras el incidente que el discrepante no era un vecino y que el pueblo le debe mucho a Aznar.