Alicia Gámez, la cooperante catalana secuestra el pasado 29 de noviembre junto con sus compañeros Roque Pascual y Albert Villalta en Mauritania, ya ha llegado a las 17.10 horas al aeropuerto de El Prat, horas después de ser liberada por Al Qaeda tras pasar un total 102 días en manos de los secuestradores. Sus dos compañeros siguen en poder de los terroristas de Al Qaeda. "Mi felicidad será completa cuando vuelvan Albert y Roque", ha asegurado Alícia nada más llegar.

Gámez ya ha sido recibida en el aeropuerto por el presidente de la Generalitat, José Montila, y los alcaldes de Barcelona y L'Hospitalet. Además, han acudido compañeros del juzgado en el que trabaja, así como familiares y amigos. "Estoy muy contenta de estar vuelta en casa", han sido sus primeras palabras, para inmediatamente reclamar la vuelta de sus compañeros, de los que ha dicho que "están bien". Sobre las condiciones de su secuestro, Gámez ha explicado que sus captores la han atendido "bien y con respeto" dentro de las "duras condiciones" del desierto".

Montilla ha resaltado la "satisfacción del pueblo catalán" por la vuelta de la cooperante, a la vez que ha pedido "confianza" en las gestiones que está llevando a cabo el Gobierno central para liberar a los otros dos secuestrados. La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, ha informado por su parte que el Ejecutivo sigue trabajando "con la misma prudencia y discreción" para llegar a un final "tan feliz" como el vivido hoy.

De la Vega dice que no se ha pagado rescate

Gàmez ha llegado en un avión de la Fuerza Aérea Española procedente de Burkina Fasso. La vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado que el Ejecutivo no ha pagado rescate alguno por la liberación.

La secuestrada, que está más delgada y afectada psicológicamente, ha sido sometida a una revisión médica. Tras ser liberada, se ha sorprendido al ver a su hermano que había viajado anoche en avión con los del ministerio. Estaba cansada tras muchas horas de viaje en coche y en estado de choque pues no sabían dónde la llevaban.

Pese a que inicialmente se había anunciado que la ciudadana italiana de origen burkinés Filomena Kabouré había sido liberada junto a Gámez, una fuente de la presidencia de Burkina Faso ha informado de que sigue en poder de la rama de Al Qaeda en el Magreb. Según fuentes cercanas a la negociación, Kabouré ha renunciado, como ya hizo hace unas semanas, a ser liberada para estar junto a su marido, informa Beatriz Mesa.

Negociado por Burkina Faso

Como ya adelantó EL PERIÓDICO, fuentes cercanas a las negociaciones para la liberación señalan que Burkina Faso habría tenido un papel fundamental. Este país ha insistido para que se libere a Kabouré, de nacionalidad italiana, como su marido, pero nacida en Burkina Faso.

La noticia ha sido anunciada por sorpresa a primera hora de esta mañana, tras una conversación del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con unos diputados.

Visita de la vicepresidenta

Otras fuentes del Ejecutivo han confirmado que la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, junto con la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, viajaron ayer a Barcelona para reunirse con la familia de los cooperantes, a quienes transmitieron los datos que tiene el Gobierno sobre la situación.

El Gobierno ha garantizado a las familias que seguirá trabajando por la puesta en libertad de los otros dos cooperantes, Roque Pascual y Albert Vilalta, secuestrados hace más de cien días por la organización terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

En punto muerto

El resto de rehenes, es decir, los dos catalanes, Albert Vilalta y Roque Pascual, y los italianos Kabouré y Sergio Cicala, seguirían en manos de los terroristas, a la espera de que las negociaciones por su liberación avancen. Unas negociaciones que, en el caso de Vilalta y Pascual, en estos momentos están en un punto muerto depspués de que el pasado día 5 se conocieran las nuevas reivindicaciones de los terroristas.

Concretamente, uno de los negociadores enviados a la zona de Kidal dijo que Al Qaeda pedía, además del pago de un rescate, la excarcelación de un número indeterminado de presos salafistas retenidos en Nuakchott, la capital de Mauritania.

El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso y secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, ha indicado esta mañana que los últimos datos por él recibidos apuntan a que los otros dos cautivos de Al Qaeda del Magreb se encuentran en buen estado de salud y se ha mostrado convencido de correrán la misma suerte, aunque sea a un ritmo distinto

Viajaban a Dakar

Los tres cooperantes fueron secuestrados en la tarde del pasado 29 de noviembre, cuando el vehículo de la caravana solidaria de la que formaban parte fue asaltado mientras circulaba por la carretera que une las localidades mauritanas de Nuadibú y Nuakchot.

El convoy, formado por un total de 14 vehículos que transportaban material de cooperación, viajaba en dirección a Dakar, capital de Senegal. En el momento del asalto, el vehículo de los tres cooperantes se encontraba a tres kilómetros del resto del convoy, que escuchó disparos a través de la radio que interconectaba a toda la expedición.

Hacia el desierto

Cuando dieron la vuelta para buscar a sus compañeros, se encontraron el Land Rover vacío, con las puertas abiertas, con casquillos de bala alrededor, pero sin manchas de sangre. En ese lugar se podían ver también huellas de otro vehículo dirigiéndose hacia el interior del desierto.

Menos de 24 horas después del secuestro, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, advertía de que el asalto a la caravana solidaria podía ser obra de Al Qaeda del Magreb Islámico, hipótesis que se confirmó el ocho de diciembre, cuando el grupo terrorista reivindicó el secuestro de los tres españoles y del ciudadano francés Pierre Camatte, apresado en Mali, y liberado el 23 de febrero.