Celestino Corbacho materializó su renuncia como alcalde de L´Hospitalet de Llobregat (Barcelona) --imprescindible para poder ser investido hoy como ministro de Trabajo e Inmigración-- visiblemente emocionado y "lleno de sentimientos contradictorios, con tristeza pero también con la ilusión de ser ministro", como confesó.

En declaraciones a este diario, Corbacho, quien asumirá también las competencias en inmigración, ha defendido la presencia de todos los inmigrantes que sean necesarios siempre que sea con un contrato de trabajo. "En la cuestión de la inmigración, hay que decir que los inmigrantes, todos los que sean necesarios, y uno más, pero todos con un contrato laboral y siempre con la idea de que hay que asegurar la convivencia".

El también expresidente de la Diputación de Barcelona viajó ayer a Madrid restando importancia a que, siendo ministro, ganará 63.000 euros brutos anuales menos que de presidente de la Diputación. "No he preguntado el salario como ministro. En la política nunca se puede estar por dinero".

Después de una larga carrera política, siempre apegada a la gestión local, Corbacho cree que puede aportar su experiencia a dos áreas que cobrarán gran protagonismo. Y explicó sus primeros objetivos y sus anhelos como ministro, aunque remachó que primero "hay que tomar posesión del cargo y ver qué hay en la agenda política del ministerio". Sin embargo, reaccionó y acto seguido se mostró consciente de que las dos parcelas de las que va a ocuparse su ministerio están de plena actualidad y explicó su visión sobre la inmigración, a la vez que pidió que no se "criminalice" a este colectivo, se mostró partidario de no trasladar a la sociedad "la percepción de que el Estado de bienestar corre riesgo porque han venido inmigrantes".

Sin embargo, al ser preguntado si considera que los inmigrantes tienen privilegios porque consiguen una plaza de comedor gratuita o una plaza de guardería pública, el nuevo ministro alegó que "nadie puede dejar de percibir un derecho por haber llegado un importante contingente de extranjeros". Sin embargo, matizó sus palabras: "Ahora, el Estado deberá reconocer que la solución pasa por extender el Estado de bienestar. La discusión no puede ser sobre a quién se da la beca de comedor, sino conseguir más dinero para esas becas o para el centro de salud", concluyó.

Además, el nuevo ministro apostó por facilitar el retorno a aquellos extranjeros que se queden sin empleo en España, medida anunciada por el presidente del Gobierno en su debate de investidura, y explicó que los inmigrantes salen de sus países de origen porque se han quedado sin "expectativas de futuro". En realidad, lo primero que ha hecho ha sido llamar a los secretarios generales de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, respectivamente, para decirles que está a su disposición y convocarles a una reunión la próxima semana.

En su llamada, Corbacho les ha manifestado que, "ante situaciones difíciles", deben "marcar objetivos claros" y "trabajar con una clara voluntad de diálogo", según indicó ayer.

PUESTOS DE EMPLEO Corbacho eludió, porque sería "muy pretencioso", dar una cifra sobre los puestos de empleo que se pueden crear durante esta legislatura. "Estoy convencido de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha adquirido un compromiso de importancia, y estoy convencido de que lo cumplirá", aseguró.

Corbacho, junto al resto de ministros recién designados por Zapatero, jurará o prometerá su cargo hoy por mañana ante el Rey, por la tarde, asistirá a su primer Consejo de Ministros.