Festejos para conmemorar los 30 años de la proclamación de Juan Carlos como Rey, los justos. Con ese espíritu se abordó en la Zarzuela hace meses la planificación de un aniversario que incluye tres años en los que la Monarquía no tuvo carácter constitucional. La Moncloa apoyó plenamente la decisión de optar por una celebración discreta.

Juan Carlos fue proclamado Rey en noviembre de 1975, pero como la Constitución que reinstauró la Monarquía no se aprobó en referendo hasta 1978, las tres décadas de Monarquía constitucional no se cumplirán hasta el 2008. Para evitar recelosos y, a la vez, salir al paso de los diputados que puedan recordarlo, quedó descartada hoy la lectura en el Congreso de los Diputados de una declaración institucional.

ARGUMENTOS Según fuentes del entorno de la Zarzuela, la Reina argumentó su postura en favor de una celebración de perfil bajo, considerando que unos festejos sonados en nada beneficiarían a la institución. Una opinión plenamente compartida por el Rey, aunque la versión oficial que se ha divulgado sostiene que se celebran los 25 o los 50, pero no los 30 años.

Horas antes de cumplir tres décadas como rey, Juan Carlos animó desde Las Palmas de Gran Canaria, donde se encuentra en visita oficial, a seguir progresando, "unidos, en democracia y libertad". Como hace últimamente con especial intensidad, de nuevo situó a la Constitución en el centro neurálgico de lo mucho que se ha logrado, de lo que se conseguido con "consenso, concordia y reconciliación".

TIERRA DE POR MEDIO Como hacía 12 años que los Reyes no acudían a Canarias en visita oficial, cumplir su compromiso con el archipiélago, como están haciendo estos días, les permite además poner tierra de por medio y evitar así determinados compromisos en Madrid.

No obstante, para neutralizar esa ausencia, el miércoles por la tarde Juan Carlos ofrecerá en el Palacio Real una recepción a los representantes de los poderes del Estado. Está prevista la asistencia del Gobierno, de los presidentes del Congreso y del Senado, así como los presidentes del Tribunal Constitucional y del Supremo. También han sido convidados los portavoces parlamentarios, los presidentes de las comunidades autónomas y la cúpula de la Federación Española de Municipios y Provincias.

RECUERDOS En el acto de entrega de las medallas del oro al mérito en las Bellas Artes (2005), celebrado ayer tarde en el auditorio Alfredo Kraus en Las Palmas de Gran Canaria, el Rey repasó brevemente la serie de recuerdos que ha atesorado durante los últimos 30 años. La mayoría de ellos, dijo, "ligados a la apasionante aventura de construir nuestra democracia". Una democracia que ha situado a España en el lugar que le corresponde.

Juan Carlos hizo recaer, ante todo, en el pueblo español, la generosidad, el esfuerzo y el sacrificio que han hecho posible hacer de España "un país moderno, abierto, solidario y unido, a la vez que plural y diverso, patrimonio de todos los españoles."

Al volver la vista atrás, el Rey hizo llegar un recuerdo emocionado a todas las víctimas del terrorismo y a sus familias, así como a los servidores del Estado que durante estos treinta años han perdido la vida "cumpliendo con su deber."

El domingo por la noche, Juan Carlos y Sofía llegaron en avión a Lanzarote y se dirigieron directamente a La Mareta, residencia propiedad del Patrimonio Nacional, para descansar. Como volvieron a hacer ayer noche. En ese mismo lugar pasó sus vacaciones de verano el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su familia hasta que los incendios que arrasaron miles de hectáreas obligaron a Zapatero a regresar a Madrid.

APLAUSO Tras recibir en Lanzarote a algunos miembros de la Fundación César Manrique y al presidente de Canarias, Adán Martín, los Reyes visitaron el castillo de San José, sede del museo de Arte Contemporáneo, y a primera hora de la tarde se trasladaron a Las Palmas.

En la capital de Gran Canaria, antes de la entrega de las medallas de oro a las Bellas Artes (2005), pasearon por el casco histórico de la ciudad y visitaron la casa de Cristóbal Colón. El afecto de los ciudadanos se hizo visible con los aplausos de quienes esperaron la llegada de la pareja real. La ministra de Cultura, Carmen Calvo, y el titular de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, acompañaron a los Reyes.