Dos cuentas de correo electrónico han sido claves para la detención hoy en Francia del jefe del aparato militar de ETA, Mikel Garikoitz Aspiazu, alias "Txeroki", según han informado a Efe fuentes de la investigación.

Desde hace años, la captura de "Txeroki" era prioritaria, especialmente cuando se constató que fue él quien ordenó el atentado de la T-4 y la ruptura del alto el fuego, y que había participado directamente en el atentado que costó la vida de dos guardias civiles en Capbretón en diciembre del pasado año. Pero, desde hace un mes, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), según las citadas fuentes, había conseguido localizar lo que ha sido clave para la investigación: dos cuentas de correo que utilizaba "Txeroki".

Los servicios secretos españoles pusieron esta información en conocimiento de la Guardia Civil, que ha conseguido finalmente cerrar el "cerco" a quien se le consideraba como el número uno de lo que denominan "aparato militar" de ETA, el jefe de los "comandos". El "rastro" de Txeroki en la red ha sido decisivo, según los investigadores, para su localización en suelo francés y para que se decidiera ayer activar el dispositivo para la detención de quien mandaba en el sector "más duro" de ETA, según las fuentes antiterroristas consultadas.

"Txeroki" tenía en estos momentos a su lado en la banda al que consideraban hasta hoy "número dos" de la organización terrorista, Aitzol Iriondo, quien podría haber escalado un "puesto" más en esta "carrera" del terror. Algunas fuentes apuntan a que Iriondo estuvo implicado también en el atentado que costó la vida a los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero, cuando los agentes participaban en una misión de vigilancia contra ETA, el pasado 1 de diciembre.

Desde el mes de marzo, la fotografía de Iriondo, junto a las de otros presuntos miembros de ETA, como "Txeroki", está colocada en comisarías de España y Francia, en gendarmerías y locales de aduanas y aeropuertos. Iriondo podría ser el "sucesor" de "Txeroki", quien, según las fuentes, no era apoyado por todos los sectores de la banda.

A partir de 2004, cuando se hizo cargo de la "jefatura" de los "comandos", Txeroki era el objetivo prioritario para el centenar de guardias civiles que desarrollan su actividad en suelo francés.

Mikel Garikoitz Aspiazu, además de dirigir los "comandos", se hacía cargo de la formación de los nuevos integrantes de la banda: les impartía cursillos sobre explosivos y manejo de armas y participaba en el traslado de material. Una labor que, en principio parecería más indicada para cargos intermedios y que ha hecho que estuviera más "expuesto" y fuera más vulnerable a la investigación policial.