La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha acusado hoy al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de haber protagonizado durante siete años "un mandato fallido" cuyas decisiones cree que se pueden revertir con un Ejecutivo fuerte como el que encabezaría Mariano Rajoy. Cospedal ha lanzado esta acusación en la conferencia que ha pronunciado en el campus de verano de la fundación FAES con el título "Austeridad y eficiencia en la gestión pública". Presentada por el expresidente del Gobierno y presidente de FAES, José María Aznar, la jefa del Ejecutivo de Castilla-La Mancha ha lamentado que Zapatero haya actuado gastando de forma "disparatada" y creyendo que posee "una infalibilidad cuasi divina". En esa línea, le ha reprochado que desde que llegó al Palacio de la Moncloa se saltase a la torera normas como la ley de estabilidad presupuestaria y favoreciese que el endeudamiento y el déficit se extendiesen "como una plaga por las administraciones". La presidenta castellano-manchega ha comparado la situación actual con la que se encontró Aznar cuando llegó al Gobierno y en la que "los agujeros aparecían por doquier". "A todo eso se hizo frente y llegaron los años de mayor prosperidad económica, social y en términos de relevancia de imagen de España", ha añadido antes de sentenciar que eso se consiguió porque hubo un presidente del Gobierno "que hizo lo que tenía que hacer y que es lo contrario a lo que ha tenido España en los últimos años". Para ella, el mayor problema ha sido "pasar de un liderazgo en el Gobierno y de un Gobierno que lideraba a la sociedad española, a un mandato fallido durante siete años, porque Zapatero no lo ha sabido cumplir". No obstante, se ha mostrado convencida de que esa situación se puede rectificar "si ese mandato fallido vuelve a ser sustituido por un liderazgo fuerte, comprometido, con altura de miras y con sentido de Estado, que es -ha dicho- el que puede devolver Rajoy a la sociedad". Cospedal ha lamentado que la "filosofía de gasto disparatado" se extendiese por las autonomías gobernadas por los socialistas y se interpretase que el Estado tiene un poder absoluto para detraer recursos de la sociedad y gastarlos de forma ilimitada. También ha motivado que el Estado autonómico se haya olvidado con mucha frecuencia de su objetivo, que no es otro, a su juicio, que vertebrar administrativa y políticamente a España y acercar la administración y el bienestar a los ciudadanos. Cospedal ha puesto como ejemplo de la mala gestión socialista lo que ha ocurrido con su Comunidad, y se ha mostrado convencida de que los gobiernos autonómicos del PP salidos de las urnas el pasado 22 de mayo van a ser capaces de dar la vuelta a la situación de gasto desmedido y ya han avanzado en esa dirección "medidas esperanzadoras". La secretaria general del PP ha recordado el déficit existente en Castilla-La Mancha, y ha señalado que en los tres primeros meses del año ha sido del 1,7 por ciento de su PIB, cuando el objetivo para todo el año es del 1,3. En el ámbito concreto de la sanidad, ha explicado que la ejecución presupuestaria a 30 de junio es de un 70 por ciento del presupuesto, con lo que habrá que administrar el 30 por ciento restante para los seis meses que quedan de 2011. Tras recordar también que en su región el paro se ha incrementado el doble que en la media de España durante el último año y que hay "decenas de miles" de facturas impagadas, ha dicho que su Gobierno está comprobando el auténtico estado de la Tesorería de la Comunidad. Para hacer frente a toda esa situación, ha defendido las medidas de austeridad que ha ido anunciando desde la sesión de su investidura al frente de un gobierno que quiere que sea "ejemplar, eficaz, solvente y capaz". Y ha advertido de que, frente a los mensajes que cree que se van a intentar lanzar, "gestionar bien los recursos no significa recortar servicios sociales". Cospedal ha reprochado al Ejecutivo socialista que no haya interpretado la financiación sanitaria como una cuestión de Estado, y ha defendido "soluciones nacionales para un problema nacional y un acuerdo de todas las administraciones encabezado por un Gobierno de España que tenga las ideas claras".