La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, cuestionó ayer en el Círculo de Economía, en Barcelona, la utilidad del Estado autonómico: "No tenemos un país tan rico como para permitirnos 17 comunidades, más de 8.000 ayuntamientos, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y el Gobierno central, para ejercer competencias que a veces están multiplicadas, porque es un disparate". Enseguida matizó, pero su mensaje era diáfano: la convivencia entre la Administración central, la autonómica y la municipal conlleva la duplicación de funciones y un gasto superfluo que no redundan en una mayor atención al ciudadano. "Un disparate" que debe acabar, afirmó.

De Cospedal apuntó como imprescindible un pacto de "los grandes partidos", pero se apresuró a especificar que los nacionalistas deberían participar en el acuerdo.