La crisis económica tiene gran influencia en la vida política, además de en el bolsillo de los ciudadanos, según el barómetro que, en julio, elaboró el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y se hizo público ayer: El PP ha logrado reducir su diferencia con el PSOE, hasta situarse en el empate técnico. Así, el partido del Gobierno cae más de cuatro puntos en intención de voto respecto al último CIS (abril) y queda en el 39,5%. Por contra, los populares han sabido buscar rentabilidad a la coyuntura económica, subiendo casi dos puntos, hasta el 39,3%.

Los españoles tienen a la economía y el paro entre sus principales preocupaciones. Pero apenas muestran interés por la vida interna de los partidos y crece su desconfianza ante la clase política en general y ante el líder del Ejecutivo y el de la oposición, en particular. El presidente del Gobierno suspende con un 4,75; mientras que hace tres meses aprobaba con un 5,58. Y crece el porcentaje de los que desconfían de él, pasando de un 51% del mes de abril al 63,4%. A Mariano Rajoy le suspenden con un 3,99 (el 4,24% en abril). Y el 78% no se fían de su gestión (2,5 puntos más que en abril).