La justicia ha propinado otro golpe a la estabilidad del pacto multipartito que sostiene el Gobierno balear. El diputado autonómico y exconsejero de Territorio del Consell de Mallorca Bartomeu Vicens fue condenado ayer a cuatro años y seis meses de prisión e inhabilitación de ocho años por malversación de caudales públicos y prevaricación administrativa. Vicens forma parte del grupo mixto tras ser suspendido de militancia en Unió Mallorquina (UM) por su implicación en varios casos de corrupción. Además, es el diputado del que depende la mayoría parlamentaria del Ejecutivo de Francesc Antich.

Según el fallo, Vicens encargó un estudio "de nulo valor para la Administración" a un amigo, pagado con fondos públicos, para agradecerle sus servicios como contable y aprovechando su condición de consejero insular.