VALENCIA, EN CONTRA

El Ejecutivo valenciano, del PP, mostró ayer su rechazo al plan de austeridad hasta el 2013 diseñado por el Gobierno, que incluye a autonomías y ayuntamientos. En concreto, de los 50.000 millones de gasto que Zapatero pretende recortar, 10.000 se repartirán entre las administraciones que no dependen del Gobierno.

PARTIDAS SOCIALES

El vicepresidente económico de la Generalitat valenciana, Gerardo Camps, auguró que este ajuste supondrá recortar "necesariamente" el gasto que su Gobierno destina a partidas sociales. Y avanzó que el Ejecutivo de Francisco Camps votará en contra de la propuesta en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera que convocará el Ministerio de Economía.

CAMBIO DE ACTITUD

El vicepresidente valenciano calificó de "sorprendente" el "cambio de actitud" de Zapatero. "Ahora ve urgente y necesario un plan de austeridad y una reforma laboral, cuando hasta hace muy poco ni se lo había planteado", dijo.

MAYOR CONTROL

En el fondo de este rechazo subyace el nuevo mecanismo de control del déficit de los gobiernos autonómicos, con sanciones a través del recorte de transferencias.