Ciudadanos elude desvelar si mantendrá el veto al PSOE o se avendrá a pactar gobiernos autonómicos con los socialistas. Tras conocer los resultados del 26-M, el partido que lidera Albert Rivera no despeja las dudas, que son clave en la configuración del nuevo reparto de poder territorial. En comunidades como Madrid, Aragón o Castilla y León los liberales tienen la llave que puede armar ejecutivos progresistas o conservadores, según el socio que elijan.

La número dos del partido, Inés Arrimadas, ha driblado las múltiples preguntas sobre los colores de las alianzas y ha explicado que esos pactos serán estudiados por un comité negociador designado este mismo lunes y que se reunirá por primera vez este martes.

La dirigente, a quien la Ejecutiva naranja ha nombrado portavoz en el Congreso, ha sido especialmente cuidadosa en las respuestas y ha evitado mencionar los terriorios concretos. Según ha señalado, "no se ha adelantado el posicionamiento de ninguna comunidad autónoma". "Esto no se tratra de ver quién pilla cacho en cada lugar", ha resumido. Ha expresado que Cs llegará a los acuerdos que sean necesarios desde la "responsabilidad" y el "sentido común".

El primer encuentro del comité negociador se producirá después de que este lunes por la noche el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, cene en París con su homólogo francés y líder de los liberales europeos, Emmanuel Macron. A nadie se le escapa que la necesidad de pactar con Vox en algunas plazas (ahora que la ultraderecha reclama tocar gobierno) indispone al jefe de los liberales a determinados acuerdos.

Arrimadas se ha referido a la pérdida del Ayuntamiento de Madrid por parte de Manuela Carmena, pero ha evitado mencionar qué sucede en la Comunidad, otra de las piezas clave del 26-M. En la autonomía, Rivera tiene en su mano sumar con Ángel Gabilondo (PSOE) o la apuesta personal de Pablo Casado para este territorio, Isabel Díaz Ayuso. Aunque el cabeza de lista en Madrid, Ignacio Aguado, tachó al socialista de "radical", la dirección estatal se había mostrado menos contundente, consciente de que Gabilondo tiene un perfil especialmente moderado.

Rivera no consiguió este domingo su objetivo de adelantar al PP para erigirse en líder de la oposición y quedó en tercera posición en las elecciones europeas, tras PSOE y PP. Obtuvo siete europarlamentarios, una cifra que superaba los dos conquistados en el 2014 pero que queda lejos de los 12 alcanzados por su rival en esta cita, Pablo Casado.

Ciudadanos amarró, sin embargo, posiciones clave en el nuevo reparto de poder territorial. En la Comunidad de Madrid, Castilla y León o Aragón, donde puede entregar a la derecha o a la izquierda.