Como ya ocurrió en Murcia, la candidata de Vox a la Comunidad de Madrid, Rocío Monasterio, ha puesto encima de la mesa una serie de medidas programáticas ya ha aceptado el líder de Cs en Madrid, Ignacio Aguado. Salvado este escollo, la candidata del PP a la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, suma los acuerdos suficientes para ser investida presidenta.

En rueda de prensa en la Asamblea de Madrid, la dirigente ultra ha dado a conocer el documento -consensuado previamente con los de Pablo Casado y Albert Rivera- en el que se recoge parte de su programa político. Así, ha aseverado que solo darán sus votos "bajo la premisa de que la candidata del PP y sus socios de Cs acepten introducir" sus planteamientos. Un pacto que Díaz Ayuso y Aguado pueden sellar "verbalmente", sin estampar su firma en ningún documento y sin inmortalizarlo con una fotografía.

"Esta propuesta no nos compromete como socios de gobierno", ha subrayado Monasterio antes de incidir en que no desean formar parte del próximo Ejecutivo. En este sentido, la líder 'voxista' en Madrid ha dejado claro que llevarán a cabo "una ferrea oposición" para defender la totalidad de su programa político.

Las peticiones

Entre las exigencias de Vox no se encuentra uno de sus principales caballos de batalla: la derogación de las leyes LGBTI. El partido ultra parece haber cedido en este aspecto, consciente de que era uno de los puntos que más fricción generaban con sus aliandos, principalmente con Cs, durante las últimas semanas de negociación.

Lo que sí mantienen los de Santiago Abascal es reducir "todos los impuestos existentes"; crear una Consejería de Asuntos Sociales, Familia y Natalidad para fomentar la natalidad; que se garantice que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado tengan acceso directo a la información de que dispone la Administraciónsobre los extranjeros en situación irregular.

En materia de violencia de género, la formación ultra pide garantizar que "cualquier tipo de acoso, discriminación o violencia será tratado de la misma forma, evitando que diferentes víctimas de acoso tengan diferentes grados de protección". Una medida que Díaz Ayuso y Aguado tendrán que aceptar ahora si quieren poner en marcha la legislatura.