Un policía muerto, 11 agentes heridos, cuatro terroristas suicidas y uno huido. Ese es el trágico balance de la operación policial desplegada ayer en el barrio de Leganés (Madrid) tras el 11-M. La policía había localizado a un célula integrada por cinco magrebís. Cuando iban a detenerles fueron descubiertos por los terroristas, que se atrincheraron en la vivienda. Dos horas después, los árabes se inmolaron. Cuatro de ellos murieron en el acto, un agente falleció por la onda expansiva, otros 11 resultaron heridos. El quinto terrorista consiguió escapar.

La comisaría general de Información, que dirige Jesús de la Morena, localizó en una vivienda de Leganés a la célula que, según el ministro del Interior, Angel Acebes, estaba integrada por alguno de los terroristas contra los que se había dictado una orden de búsqueda y captura como presuntos autores materiales de la masacre de Madrid.

El operativo policial se puso entonces en marcha, aunque el titular de Interior no pudo precisar el número de agentes que intervinieron. Sin embargo, los árabes descubrieron a los funcionarios de policía, por lo que se atrincheraron en un domicilio de la calle Irene Fernández de esa localidad. Su primera respuesta fue disparar a los agentes. Después comenzaron a gritar y a entonar cánticos en árabe, según Acebes. También amenazaron con hacer volar el edificio.

EVACUACION La policía comenzó a desalojar a los vecinos de decenas de edificios y de bares. Los ciudadanos que permanecían en sus casas fueron obligados a alejarse de las ventanas y les pidieron que no salieran. Se vivieron escenas de pánico, que se agravaron por la imposibilidad de comunicarse por los teléfonos móviles, bloqueados por la afluencia de llamadas.

Dos helicópteros sobrevolaban la zona e iluminaban el edificio donde se escondían los terroristas. Los Geos prepararon el asalto de la casa y se apostaron en la puerta de la vivienda. Mientras, los terroristas iban acumulando explosivos. A las 9 de la noche los hicieron estallar.

La onda expansiva mató a un GEO, de 41 años de edad, casado y con dos hijos. El ministro del Interior se negó a facilitar su identidad hasta que la familia del fallecido lo autorice. Otros 11 agentes resultaron heridos, aunque no revisten gravedad. Algunos fueron atendidos en los hospitales de campaña en la zona. Otros fueron trasladados a hospitales en los que quedaron ingresados.

Los agentes se encontraron al acceder a la vivienda con tres cuerpos destrozados. Los bomberos buscaban los restos del cuarto terrorista bajo los escombros. Otro de los árabes logró escapar.

Además, los agentes se encontraron con un número indeterminado de mochilas bomba preparadas para atentar. Fuentes de la investigación confían en que estos terroristas fueran los únicos que quedaran operativos tras la detención de 24 personas, quince de ellas en prisión, y la orden de busca y captura de otros seis. El exminero asturiano José Emilio Suárez Trashorras ha sido acusado de facilitar los explosivos a esta célula vinculada con el Grupo de Combatientes Islamistas de Marruecos (GICM).