El juicio del 11-M vivió ayer una jornada plena de emotividad y sorpresas. Tras las declaraciones de algunos familiares de procesados, compareció una ristra de testigos que viajaban en los trenes donde los islamistas colocaron los explosivos. Cuatro identificaron a Jamal Zugam, incluida una testigo que en declaraciones previas había señalado a otro acusado. Si para Zugam fue un mal día, Basel Ghalyun --a quien la fiscalía, pero no el juez instructor, considera autor material-- tuvo motivos de alegría: la prueba principal que pesaba en su contra cayó en pedazos. La testigo que lo había identificado como pasajero de un tren se desdijo e identificó ayer a Daud Uhnane, huido de la justicia.

De los testimonios se deduce que Zugam, para quien la fiscalía pide 38.654 años de prisión, estuvo en tres de los cuatro trenes de la tragedia: los que estallaron en Santa Eugenia, El Pozo y Atocha. Todos cubrían la misma ruta, entre Alcalá de Henares y Madrid, lo que haría posible la presencia de una persona en varios trenes, según el también compareciente Manuel Rodríguez Simons, jefe de seguridad de Renfe cuando los atentados. Simons también contó que la metodología de los ataques no corresponde con la de ETA, pues esta siempre ha alertado en líneas de Renfe.

La testigo C-65 dijo estar segura "al cien por ciento" de que la persona que se tropezó con ella en el tren que estalló en Santa Eugenia era Jamal Zugam. Dijo que llevaba una mochila de color azul "clarito" y que iba "como loco" hacia otro vagón: la empujó en el hombre izquierdo y también tropezó con un muchacho. En la estación de Santa Eugenia, prosiguió la testigo, algunos bajaron y otros subieron, se cerró la puerta y "explotó el tren". Ella sufrió heridas.

Otra testigo, que conocía a la anterior por su coincidencia en los viajes a Madrid y que también resultó herida "en el pecho", dijo que por su vagón pasó un hombre joven de "labios y nariz grandes", que identificó como Zugam. Dijo que le llamó la atención que "golpease con fuerza a dos personas y no se disculpara". Otro testigo, el S-27, contó que tras subir al tren en Alcalá de Henares se sentó en la parte de arriba. Mientras permanecía recostado contra el cristal y semidormido, llegó a su lado un hombre con aspecto de "moro o gitano". Llevaba una bolsa "azul verdosa" que metió con dificultad bajo el asiento.

La testigo X-11 cambió ayer su versión y dijo que el hombre que vio descender en la estación de Entrevías --una antes de Atocha-- no era Abdelmajid Buchar, como declaró en la fase sumarial, sino Zugam. El hombre le preguntó si la próxima estación era Atocha y se marchó.

La gran sorpresa la proporcionó la testigo B-78, que contó que el hombre que colocó una bomba en el tren que estalló en la calle de Téllez, muy cerca de Atocha, fue el fugitivo Uhnane, y no Ghalyun. A diferencia del juez instructor Juan del Olmo, la fiscalía considera a Ghalyun autor material de la matanza.

También compareció el padre de Mohamed Alfalah, uno de los presuntos autores de la matanza de Madrid. Ahmed contó ayer al tribunal que su hijo, que logró huir y se presume que se suicidó en Irak, lo llamó por teléfono y le pidió "perdón".