No se sabe ni en qué términos ni en qué plazos, pero el régimen cubano asegura estar dispuesto a hablar de libertades y derechos humanos con el Gobierno español, el asunto más delicado de la visita de Miguel Angel Moratinos a Cuba. Un viaje que acabará hoy y que arroja resultados concretos en forma de acuerdos entre ambos gobiernos. El más relevante es el relativo a la ayuda española al desarrollo, suspendida en el 2003 tras las sanciones que la Unión Europea impuso a La Habana en protesta por la ejecución de tres secuestradores y las detenciones masivas de disidentes.

Las conversaciones sobre los derechos humanos en el país caribeño, donde hay cerca de 300 opositores encarcelados, no se producirán todavía con la Unión Europea, a juicio del ministro de Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, porque Bruselas no ha "eliminado definitivamente las sanciones". "Con España --declaró el canciller cubano para marcar distancias con la Unión--, hay otro acercamiento. El Gobierno español ha tenido una posición de liderazgo en la búsqueda de un diálogo respetuoso y serio con Cuba, y nosotros creemos que es nuestro deber emprender un camino de diálogo con España. Con la UE no se dan las condiciones".

REVISION EN JUNIO Los Veintisiete revisan cada seis meses su posición sobre Cuba --la próxima cita es en junio--, un hecho que incomoda al régimen cubano, que lo ve como una amenaza continua. La Habana confía en Moratinos para que la UE retire las sanciones a la isla. Pérez Roque se mostró visiblemente satisfecho de hacer de anfitrión en la primera visita de un canciller español en los últimos nueve años.

Se le notó el lunes por la noche --madrugada del martes en España-- en la recepción que dio el embajador español en Cuba, donde escuchó el halagador discurso de Moratinos. "Vengo a Cuba para conocer y escuchar --dijo--, yo vengo a Cuba para compartir y no a imponer, vengo a Cuba precisamente para acompañar en los retos de futuro que tienen los cubanos y las autoridades cubanas. Es la única manera de trabajar, a través del diálogo, a través del entendimiento, abordando todas las cuestiones sensibles, complejas, que tenemos en la agenda común".

Moratinos explicó, tras su reunión con el vicepresidente Carlos Lage, que secretarios de Estado de ambos países celebrarán en septiembre en La Habana la primera reunión de la comisión mixta España-Cuba sobre cooperación. Y se ha llegado a un acuerdo para abordar la deuda cubana, que asciende a 1.100 millones de euros.

El ministro español tenía previsto reunirse anoche --madrugada en España-- con el jefe del Ejército, Raúl Castro, presidente interino. Una cita que supone el gesto de acercamiento más claro al régimen cubano de la visita, criticada por los disidentes y, en España, por el PP. Mariano Rajoy pidió a Moratinos que se reúna con la oposición y pida la liberación de los presos políticos.

El Gobierno deja esa cita en manos del director general para Iberoamérica, Javier San Domingo, quien quizás se verá hoy con la representación más moderada de la oposición al régimen castrista. A última hora de ayer, los representantes más firmes de la disidencia, como Oswaldo Payá o las Damas de Blanco, no habían recibido ninguna llamada de los diplomáticos españoles.