En política, como en la vida misma, las palabras se las lleva el viento. Como presidente de turno de la Unión Europea, el Gobierno alardeó de haber logrado que seis países adelantaran la aplicación de la ´euroorden´, que permitirá interrogar en España a los etarras capturados en territorio europeo. Ninguno ha cumplido la forzada promesa. Tampoco Francia, que sigue administrando con cuentagotas la ayuda contra ETA. Aun así, París asegura que la pugna Aznar-Chirac sobre la guerra de Irak no lastrará la cooperación antiterrorista. El tiempo lo dirá.