El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte reiteró ayer sus argumentos para defender que haya subvencionado un año más a la Fundación Francisco Franco, y afirmó que ningún historiador ha denunciado que se le haya privado el libre acceso a sus fondos. Pero al menos uno, Andreu Mayayo, sí presentó una denuncia en noviembre del 2002.

La subvención a la fundación, señala el ministerio, va destinada al tratamiento documental de sus fondos, con el compromiso de garantizar el acceso a los mismos "en idénticas condiciones a las que rigen para el acceso a los archivos estatales, mediante la tarjeta nacional de investigador".

La nota afirma que en el ministerio "no se ha recibido ninguna denuncia" de ningún investigador que haya pedido consultar esos fondos. "El incumplimiento de esta obligación de libre acceso por parte de las entidades beneficiarias daría lugar a su exclusión del programa de ayudas".

Sin embargo, en noviembre pasado, Mayayo envió a Del Castillo una denuncia en la que hacía constar que, aunque acudió a esa fundación debidamente acreditado, sólo consiguió ver algunas fotocopias de documentos públicos y un despacho de la agencia de noticias Efe "ya conocidos y que pueden encontrarse en los archivos de la Administración". También denunciaba que no se le permitió consultar el índice del archivo, con el argumento de que no existía. Tampoco pudo ver ninguna carta, manuscrito ni anotación personal del dictador.