La ausencia de algunos mandatarios y las protestas de los estudiantes y las feministas marcaron el inicio de la Cumbre Iberoamericana en El Salvador, un país que está en plena campaña electoral y ante la posibilidad de que la izquierda exguerrillera alcance el poder. Por su parte, el presidente venezolano, Hugo Chávez, atacado por la propaganda de la derecha, aseguró que no acudiría porque temía por su vida, ante un supuesto complot para asesinarle.

Cuba también rebajó su representación en el encuentro y envió como delegado a su embajador en Brasil, Pedro Núñez, en lugar del vicepresidente, Carlos Lage, que había asistido a estas cumbres a partir del año 2000. Tampoco participan el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, que alegó que debía quedarse en su país por la crisis financiera, y el de Portugal, Anibal Cavaco, a quien corresponderá organizar la cumbre del año que viene. La presencia más polémica es la del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, que llegará hoy.

Las Feministas contra la Impunidad firman un gran anuncio que condena la "persecución de Nicaragua contra los defensores de los derechos de las mujeres". Estos días mantendrán su protesta en una céntrica plaza. Los estudiantes firmaron las primeras protestas en la calle, denunciaron no estar representados en la cita e iniciaron su cumbre mesoamericana en el campus de la universidad.