La conferencia de presidentes sumará un nuevo retraso antes incluso de que se haya formalizado su convocatoria. El Gobierno baraja ahora el sábado 10 de septiembre como día propicio para reunir a los líderes autonómicos y acordar la fórmula que resolverá la deuda sanitaria y el sistema para financiar la sanidad, que debe ser recogido en los presupuestos del 2006.

Antes de convocar a los jefes de los gobiernos autonómicos, el Consejo de Política Fiscal y Financiera debe aprobar ese sistema de financiación sanitaria. El hecho de que ese consejo no haya sido convocado aún y que muchas autonomías desconozcan la propuesta financiera del Ejecutivo ha llevado al Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero a pensar en el 10 de septiembre en lugar del 6 del mismo mes como se había dicho antes. La cumbre ya sufrió un retraso anterior en julio, cuando el Gobierno desestimó celebrarla para asegurar la presencia en ella del nuevo presidente de Galicia, el socialista Emilio Pérez Touriño, que no tomó posesión hasta primeros de agosto.

Esa era la razón que aducía el presidente Zapatero en la misiva que remitió en junio a todos los presidentes autonómicos convocándoles para la primera semana de septiembre. En esa carta, el jefe del Ejecutivo no revelaba el lugar en el que se celebrará la segunda conferencia, aunque fuentes del Ejecutivo apuntan a que se repetirá en el Senado para evitar suspicacias del PP en caso de haber aceptado la invitación de Pasqual Maragall de que el cónclave se realice en Barcelona. Esas fuentes recalcan que Zapatero desea que la reunión autonómica se celebre en el máximo clima de acuerdo posible.