La "conformación" de la república irá de la mano de la "confrontación constante" con el Estado, un proceso que "quizá dure años". Lo ha dicho el cabeza de lista de la CUP, Carles Riera, este miércoles por la tarde en una rueda de prensa en la Agència Catalana de Notícies (ACN).

Riera ha sostenido que la "legislación social" defendida por los anticapitalistas solo se puede desarrollar en un "contexto republicano", que implique "perpetua desobediencia". "No es un escenario fácil -ha reconocido-. Se trataría de un conflicto abierto de alta intensidad con el Estado".

La 'revolució dels somriures' (término utilizado por la ANC y Òmnium) parece quedar atrás. Ahora ha llegado la hora de la realidad, especialmente, según el líder de la CUP, tras el "error" cometido por Carles Puigdemont al esperar encontrarse con un "Estado dialogante" y una "UE más democrática y menos demofóbica". "¿Quién ha dicho que una revolución democrática descarta la represión?", se ha preguntado. Y ha defendido mantener la confrontación ciudadana siempre de manera "pacífica" y "no violenta". "Quien pone la violencia es el Estado", ha dicho.

Críticas también, en el día de su 39º aniversario, a la Constitución, que considera "prisión de pueblos y de derechos sociales". "Hoy, nada que celebrar", ha aseverado.

UNILATERALIDAD: SÍ O SÍ

La candidatura anticapitalista es, hoy por hoy, el único partido defensor de la vía unilateral, pues considera imposible cualquier intento de diálogo con el Estado. "Todo está ligado como lo dejó el dictador para que no fuese posible el derecho de autodeterminación", ha criticado Riera, quien ha insistido, como ya hizo hace unos días, en que "la CUP no irá al Parlament a gestionar la autonomía" ni "facilitará" la investidura de un Govern que no se comprometa con la república.

La desconfianza de la CUP hacia ERC y JxCat, que no han apoyado sus propuestas de pacto, es manifiesta. Para Riera, los programas electorales de estos partidos son "inquietantes" porque, según él, llevan a pensar en el "retorno a las tesis autonomistas". La autonomía, según ellos, es una etapa que se cerró tras la victoria del 'sí' en el referéndum del 1 de octubre y por eso la CUP ya no se encuentra siquiera en la fase de discutir un proyecto federal, sino únicamente de "materializar" la república.

Una república en la que estarían vigentes las leyes suspendidas por el Tribunal Constitucional (TC), en la que no habría "presos políticos" y que apostaría por las "políticas públicas", la "desprivatización" de los servicios básicos y la redistribución de la pobreza. Todo esto, según Riera, "no es posible" en el Estado español. Y ha concluido con un llamamiento para "trabajar desde la calle y desde los ayuntamientos". Poder popular.