La dirección de Batasuna está fuera de juego. Los principales dirigentes de su mesa nacional están en prisión por orden del juez Baltasar Garzón, que en octubre del 2007 les detuvo cuando los viejos y los nuevos se traspasabanel poder en Segura (Guipúzcoa). La fuerza política había apostado entonces por volver a ser el brazo político de ETA, que había roto la tregua en junio del pasado año.

Garzón encarceló entonces a 28 dirigentes de Batasuna, entre ellos a los previsibles sucesores de Arnaldo Otegi, en prisión para cumplir una condena de 15 meses. Joseba Permach, Pernando Barrena y Rufino Etxeberria están encerrados y su futuro se presenta negro. El próximo año serán juzgados por un delito de integración en ETA.