En la calle, bajo una pancarta enganchada a dos árboles y frente a una mesa improvisada. Este escenario fue el que tuvo que utilizar ayer la ejecutiva de las Juventudes Socialistas de Navarra (JSN) para dar a conocer los motivos de su dimisión, como consecuencia del veto de la dirección nacional del PSOE al pacto de gobierno con Nafarroa Bai e Izquierda Unida. Según explicaron los dimisionarios, el secretario general del PSN, Carlos Chivite, les negó la entrada a la sede del partido, donde tenían previsto comparecer. Ante tal circunstancia, tomaron la decisión de colocarse frente a la puerta.

Los 12 miembros de la ejecutiva de las JSN justificaron su marcha en la necesidad de "dar ejemplo y recuperar la credibilidad". En ese sentido, la ya exsecretaria general de las juventudes, Irene Lapuerta, reclamó que se abra "un periodo de reflexión que propicie un cambio de dirección política en el PSN y unos líderes responsables, pero también valientes". Lapuerta aseguró que la desautorización de la dirección supone "dilapidar" el discurso mantenido por los socialistas navarros en torno a la necesidad de configurar un Gobierno alternativo a UPN, y juzgó esta decisión de "incoherente y contradictoria" con la postura del PSOE en otras comunidades.

El secretario de organización del PSOE, José Blanco, dijo ayer que la dimisión de la ejecutiva de las JSN es "un dato irrelevante".