Ayer era muy difícil encontrar a algún dirigente popular que avalase la tesis de que el documento político que el PP llevará a su congreso de junio no recoge las ideas defendidas por María San Gil. Y resultaba aún más complicado hallar a alguno de los actuales colaboradores de Mariano Rajoy que no señalase a Jaime Mayor Oreja, exministro de Interior y mentor de la propia San Gil, como el urdidor de una supuesta conspiración, una maniobra de desgaste contra el actual presidente. Complot cuya primera fase sería el portazo dado por la dirigente del PP vasco.

La noche del pasado domingo, San Gil emitió un comunicado en el que anunciaba que abandonaba la ponencia que elaboraba el documento político del 16.º congreso del PP por discrepancias con sus compañeros Alicia Sánchez Camacho y José Manuel Soria. El lunes, al difundirse el texto por vías extraoficiales, se comprobó que en realidad sí recogía sus aportaciones, y entonces San Gil dio otra versión: dijo no desconfiar de la literalidad de la ponencia que plasma la estrategia del PP, sino de la disposición de la nueva dirección a ceñirse al documento.

Ayer, el propio Rajoy comentaba a un grupo de periodistas, en una conversación informal en los pasillos del Congreso, que quería actuar con responsabilidad y, por eso, no respondería públicamente a la dirigente vasca. Pero sus colaboradores sí acusaban a Mayor Oreja de haber utilizado a San Gil.

De hecho, el ahora portavoz del Partido Popular en el Parlamento Europeo salió ayer a la palestra, llegando a dar más explicaciones que la propia afectada. Oreja afirmó que San Gil "no sabe mentir" y que dejó el grupo con el que estaba elaborando la ponencia porque existía "una idea de modificar sustancialmente su posición".

LO QUE ES IMPORTANTE "Todos aquellos que tratan de decir que María San Gil no tiene ninguna razón en hacer lo que está haciendo, no están diciendo la verdad", sentenció Mayor Oreja en Bruselas, para quien lo importante no es la redacción, sino "la verdad de las personas". En la misma línea, agregó que la presidenta de los populares vascos ha constatado que algunos de sus compañeros --el alusión a Soria y José María Lassalle, el diputado a quien Rajoy encargó mediar entre los ponentes-- querían "modificar sustancialmente su posición". "Ha creído que era mejor que ella no estuviera en la ponencia. Eso es lo que hay, esa es la verdad. Insisto. Espero que no vayamos a entrar en el PP en la carrera de quién miente mejor", espetó el exministro.

De paso, Oreja recordó su teoría de que, en los últimos meses, el PP "no está enfocando bien" el debate sobre la situación política que vive España. Por ello, abogó por usar el próximo congreso para buscar fórmulas que eviten el "contagio" del proyecto socialista. "Yo no quiero un PP arrastrado en la segunda transición", advirtió. ¿Y en qué consistiría esa segunda transición?, se le planteó. En caminar hacia un modelo confederal "o parecido", contestó el exministro. "España se convertirá en una nación ingobernable, donde el vasco solo hable vasco, y el catalán también, y no haya movilidad", vaticinó.

RAJOY ACONSEJA SILENCIO A los más allegados a Mariano Rajoy no les disgusta, contra todo pronóstico, ese tipo de declaraciones. A su entender, "que Mayor Oreja o Esperanza Aguirre hablen en esos o similares términos ayuda a centrar la imagen pública del jefe".

Por su lado, el propio Rajoy solicitó a sus compañeros de partido responsabilidad y que no entren al trapo de provocaciones ni fomenten lo que él llama líos internos. Aseveró que no hará ahora lo contrario de lo predicado en los últimos cuatro años y sostuvo que, en unos días, volverá a hablar con San Gil en busca de paz. De momento, ha suspendido la visita que iba a realizar mañana a Vitoria porque ella sale de viaje. Para pensar.

Además, el presidente popular se mostró satisfecho con el documento político que ayer presentaron, en rueda de prensa, Soria y Camacho (sin San Gil). Texto que, entre otras cosas, acusa al PNV de "no colaborar" para derrotar a ETA.

"SAN GIL ES COAUTORA" Ambos repitieron una y otra vez que el texto había sido pactado también con la líder del PP vasco. Es más. Camacho desveló que ella misma cerró el texto con su compañera de partido el domingo por la tarde, horas antes del polémico comunicado de San Gil. "Respetamos su decisión. Pero nos hubiera gustado que estuviera defendiendo una ponencia de la que es coautora", se lamentó. Aún más sorprendentes fueron las palabras del portavoz popular en Euskadi, Leopoldo Barreda. Concluyó que el texto es impecable y que, "si alguien ha pretendido realizar un asalto a ese documento para ir contra Rajoy, este lo ha resistido" ¿A quién se referiría?

Por otra parte, y según informaron fuentes populares a Europa Press, María San Gil quiere tomarse unos días para reflexionar y así se lo ha trasladado a distintos dirigentes del partido con los que había conversado en las últimas horas.