Los indignados de Barcelona debían poner fin hoy al campamento de la plaza de Catalunya, tal como acordaron en una tumultuosa votación celebrada el viernes por la noche, pero un nutrido grupo de acampados decidieron ayer hace caso omiso y anunciaron que van a seguir pernoctando en el céntrico enclave. Las diferencias manifestadas días atrás se han convertido en una auténtica división. La asamblea del Movimiento 15-M acordó por mayoría (pero no abrumadora), mantener la plaza de Catalunya como foro de debate en horario diurno, pero vaciar la acampada nocturna "porque ha perdido sentido", en palabras de Anna, una de sus portavoces. Quien decida quedarse por la noche, añade, lo hace a título "estrictamente" individual.