El instructor designado por el Ministerio de Defensa para investigar el escrito de cinco militares en la reserva en defensa del dictador Francisco Franco, el teniente general Miguel Ángel Villarroya, ha citado a declarar a los implicados para que den las explicaciones correspondientes antes de adoptar posibles decisiones disciplinarias.

Es la primera acción que realiza después de que Defensa abriera un expediente a los cinco reservistas, según ha informado el Gobierno en un comunicado. "El instructor les llamará a declarar para ver si se ratifican o no en el contenido del escrito, tras lo cual se elevará a la ministra de Defensa, Margarita Robles, la propuesta de resolución oportuna", ha anunciado el Ejecutivo.

El ministerio también está revisando si entre los firmantes hay más personas que tengan vinculaciones profesionales con Defensa y también se están haciendo comprobaciones entre las personas que se están sumando al manifiesto.

Defensa de los valores constitucionales

El pasado fin de semana, el ministerio comunicó que ha abierto un expediente a los cinco militares en la reserva y con vinculación profesional con la Administración que a finales de julio firmaron un manifiesto junto a más de un centenar de personas exaltando la figura de Franco.

Defensa se mostró taxativo y aseguró que no consentirá que se siembre"la más mínima duda" respecto la defensa de los valores constitucionales.

El escrito en cuestión está firmado por 181 militares en la reserva y recuerda a Franco como un "militar ejemplar para todos los soldados". Entre los firmantes figuran condenados por el 23-F (Pardo Zancada, que sigue firmando como militar pese a haber sido expulsado del Ejército, y el comandante Javier Dusmet) y militares como los generales Alberto Asarta, exjefe de la misión de la ONU en Líbano; Emilio Pérez Alamán, exjefe del Mando Militar de Canarias; o Juan Aparicio Hernández Lastras, exjefe del Mando de Personal del Ejército.

La declaración se publicó en la web de la Asociación de Militares Españoles como consecuencia de lo que consideran "permanentes ataques a la persona del general Franco desde su muerte". Los militares denunciaron, asimismo, que la izquierda política y los medios afines han desencadenado "una campaña sin medida y difícilmente comprensible" salvo el espíritu "visceral de venganza" para borrar "medio siglo de historia".

Entre sus principales reivindicaciones estaba la de dejar de lado la "perversa pretensión" de exhumar los restos de Franco, que el Gobierno de Pedro Sánchez tiene previsto blindar este viernes con un decreto ley, y la transformación del Valle de los Caídos, que califican de "símbolo de la reconciliación".

Rechazo "total"

Por su parte, un grupo de militares en activo, retirados y familiares de profesionales castrenses han expresado el "rechazo total" al manifiesto a favor del dictador. "El general Franco no merece respeto ni desagravio alguno, sino nuestra repulsa más absoluta por haber encabezado un golpe de Estado sangriento y genocida contra la legal y legítima Segunda República española, la feroz guerra civil posterior y una dictadura opresiva e inclemente durante casi 40 años", señalan en una declaración una veintena de firmantes, publicada por 'eldiario.es'.

Entre los que se han adherido a esta manifestación está el exJemad, diputado de Podemos y general de Aire Julio Rodríguez; los capitanes de navío de la Armada Arturo Maira Rodríguez, Manuel Ruiz Robles, Jaime Pablo Aguado Gómez, Manuel Pardo de Donlebún; y el capitán de Fragata de la Armada Antonio Maira Rodríguez, entre otros.

Supeditados a la soberanía nacional

Los militares responden a los firmantes del manifiesto en defensa del dictador que algunos son "funcionarios servidores del Estado" y que no tienen "derecho alguno a presionar como colectivo al Estado democrático". "No somos portadores de una moral superior, ni sostenemos ninguna sagrada herencia histórica. Nos debemos simplemente a la soberanía nacional que reside en el pueblo español", concluye esta declaración.

Desde la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) se ha propuesto la expulsión de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo -la máxima distinción castrense- de los militares retirados que "ensalcen o apoyen la dictadura o al dictador".