Más de 10 meses después de que el Consejo de Ministros aprobara la adquisición "con carácter urgente" de 40 blindados para las misiones en el exterior, los primeros vehículos acorazados han comenzado a llegar a Afganistán, donde los ataques de los insurgentes a los contingentes internacionales se han recrudecido. Los cuatro primeros vehículos tipo Lince, en el que pueden desplazarse hasta cinco militares, llegaron el miércoles a la base de Herat,y otros 13 se desplegarán antes del 6 de octubre.

Estos Lince cuentan con avanzados sistemas de seguridad y armamento, como inhibidores y dispositivos antiincendios, y han sido diseñados para resistir los artefactos explosivos improvisados, las bombas caseras con las que los talibanes atacan a las tropas, según los mandos del Ejército de Tierra expusieron ayer en Madrid a la ministra de Defensa. Carme Chacón les aseguró que la "seguridad" de las tropas seguirá siendo la prioridad del Gobierno en los presupuestos "austeros" que está elaborando.

Estos vehículos forman parte del plan de renovación de blindados aprobado por el Gobierno en noviembre del año pasado, que prevé la compra en tres fases de 575 blindados, 180 de ellos de tipo pelotón, es decir, con capacidad para hasta 10 personas, que sustituirán a los muy curtidos BMR. El jefe del contingente español en el Líbano solicitó a la ministra la sustitución de estos vehículos porque tienen más de 30 años. Y se ha demostrado que vuelcan con facilidad y no resisten minas potentes.