El juicio del 'procés' se reanudó este lunes con cinco electos sentados en el banquillo de los acusados y otros dos, en estrados: los abogados que ejercen la acusación en nombre de Vox. Eso marcó el devenir de la sesión, al menos en lo que se refiere tanto a los pasillos como a las dependencias habilitadas para prensa, aunque las defensas de Oriol Junqueras y Raül Romeva y de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull solo tenían de momento una cosa clara: descartaban volver a solicitar su puesta en libertad tras su elección como diputados y senador (en el caso del 'exconseller' de Exteriores).

Eso significa que optarán por solicitar, si es necesario y no lo concede de oficial el tribunal o lo comunica el Congreso, los permisos puntuales que sean necesarios para adquirir la condición de diputados, como son recoger el acta y asistir al pleno de constitución de la Cámara en el que jurarán o prometerán la Constitución si quieren que el escaño sea formalmente suyo. Esa sesión está prevista para el próximo 21 de mayo, por lo que ese día será difícil que pueda celebrarse también juicio.

Tanto el abogado de los electos de ERC, Andreu Van den Eynde, como el de los de Junts per Catalunya, Jordi Pina, descartan volver a solicitar su puesta en libertad aprovechando su nuevo estatus, porque el Supremo acaba de rechazar su última pretensión en este sentido y aún sigue pendiente de resolución un recurso de súplica contra esta medida.

Fuentes próximas a la defensa de Esquerra descartan cualquier interferencia en el juicio, dado lo avanzado que se encuentra, como entienden que supondría una nueva petición de libertad que cuenta con pocas posibilidades de prosperar. Por eso, toda salida del centro penitenciario debe contar con el permiso del Tribunal Supremo, que cuando tomen posesión, deberá comunicar a la Mesa del Congreso y del Senado la condición de procesados en firme por rebelión, lo que supondrá su suspensión de funciones como diputados por la aplicación del 384 bis de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.