Los defensores del caso Gürtel ya tienen en su punto de mira a su próximo objetivo: Antonio Pedreira, el actual instructor de la investigación en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) de esta trama de corrupción vinculada al PP. El magistrado prevé levantar el secreto del sumario el 5 de abril. A partir de entonces los abogados intentarán invalidar su instrucción con el argumento de que prorrogó las escuchas a los abogados autorizadas por Baltasar Garzón y que han sido anuladas por la sala civil y penal del TSJM.

Pedreira avaló la actuación de su colega de la Audiencia Nacional. Pero sus superiores le han desautorizado, al decretar que las comunicaciones entre presos y abogados son inviolables y solo pueden intervenirse si existen pruebas sobradas de que sirven para perpetrar delitos.

Ignacio Peláez --defensor del empresario imputado José Luis Ulibarri, que se ha querellado contra Garzón por las escuchas-- anunció en la Cope que presentará una cascada de recursos para conseguir la nulidad de todo el proceso y lograr que el caso se archive por falta de pruebas.

Peláez aseguró que todas las pruebas obtenidas por Garzón están "contaminadas", ya que Correa y sus secuaces se han referido a ellas en algún momento de las conversaciones que mantuvieron con sus letrados, y que han sido anuladas por el TSJM.

Sin embargo, la fiscalía anticorrupción sostiene que esas pruebas son válidas. "Lo lógico es que en la cárcel los imputados hablen de lo que han hecho antes de ingresar en prisión, y no sobre su futuro", explican. Por ello, confían en que estas nuevas peticiones de nulidad tengan escaso recorrido, aunque tampoco quieren lanzar las campanas al vuelo tras la decisión del TSJM.

Vinculado también con el caso Gürtel , el Supremo prevé resolver en mayo el recurso presentado por la fiscalía contra la decisión del Tribunal Superior de Valencia de archivar la causa contra Francisco Camps.