El delegado del Gobierno en Euskadi, Enrique Villar, reclamó ayer el procesamiento judicial del presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, y del lehendakari , Juan José Ibarretxe, por el incumplimiento del auto del juez Baltasar Garzón que exige la disolución del grupo parlamentario de Batasuna.

Villar se declaró "esperanzado" en que ambos sean procesados por quebrar por "acción y omisión", respectivamente, la decisión del magistrado. Los partidos del Gobierno vasco (PNV, EA e IU), que han pedido en reiteradas ocasiones el cese del delegado del Gobierno por su agresividad verbal, censuraron las palabras de Villar. El vicepresidente del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, evitó pronunciarse.

Apenas tres días después de que Vitoria exigiera a Villar una disculpa por haber criticado que el lehendakari hablase en euskera en un homenaje al juez José María Lidón, el delegado dio pie ayer a un nuevo rifirrafe en los pasillos del Parlamento vasco. "Cuando hay un incumplimiento claro del mandato de un juez, eso se paga", abundó Villar.

Atutxa denunció el "talante absolutamente autoritario" de Villar. Rafael Larreina, de EA, recalcó que sus "continuas salidas de tono" acreditan que no es la persona idónea para el cargo.