Estas son las terceras elecciones autonómicas a las que José Antonio Monago (Quintana de la Serena, 1966) concurre liderando el PP extremeño. En las primeras en las que lo hizo, las del 2011, consiguió imponerse, algo que nunca nadie que no fuera del Partido Socialista había logrado hasta entonces en la región. Fue un triunfo en el que, se encargó de recordar durante su toma de posesión como presidente, nadie salvo él creía cuando había tomado los mandos del PP extremeño apenas dos años y medio antes. Ahora, tras la derrota del 2015, asegura mantener la fe en repetir la victoria. «Yo salgo a ganar y ganaremos», ha declarado.

No es, en cualquier caso, lo que sugieren las encuestas, que apuntan a una bajada significativa de los escaños autonómicos en manos del PP. De los 28 actuales, los populares extremeños podrían quedarse en menos de una veintena y estaría complicado incluso que los resultados de su formación, sumados a los de Ciudadanos y Vox, permitiesen un gobierno a la andaluza. El descenso iría en la misma línea del que sufrió en toda España Pablo Casado en las recientes elecciones generales, si bien, como no se ha cansado de subrayar estos días Monago, «no tienen nada que ver unas elecciones con otras». Entre otras cosas, ha esgrimido, porque estos dos partidos cuentan con menor implantación en la comunidad autónoma y presentan candidaturas municipales en un número muy inferior de localidades, lo que también puede traducirse en más apoyo para las autonómicas. Por eso y también «porque nosotros hablamos en extremeño y hay quien está aprendiendo el idioma», ha argumentado.

Esta doble competencia electoral que afronta, por un lado, con su rival ‘natural’ (el PSOE); y, por otro, con quien le disputa los votos del centro-derecha (Vox y, sobre todo, Ciudadanos, que pisó los talones al PP en Extremadura en las elecciones de hace un mes), ha hecho que Monago también haya tenido que desdoblar sus críticas durante la campaña a la hora de intentar arañar votos.

De Fernández Vara ha asegurado que la «herencia» que va a dejar a todos los extremeños, «hasta que se vaya a Madrid, es haber endeudado hasta el límite máximo la comunidad autónoma». También le ha echado en cara mantener la economía regional en una dinámica que le impide progresar —«una economía circular porque estamos siempre en el mismo punto, es decir, a la cola del país», ha ironizado—. A su rival en Ciudadanos, Cayetano Polo, lo ha calificado de «adolescente político», mientras que de la formación naranja ha criticado su falta de definición ideológica.

Desde los 19 años en el PP

Casado y con dos hijos, Monago es diplomado en Magisterio, licenciado en Derecho por la Universidad de Extremadura y jefe de sección del Cuerpo de Bomberos de Badajoz, actualmente en excedencia. Su trayectoria en el PP la inició con 19 años pegando carteles y en 1991 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Badajoz, en el que desde 1995 al 2008 desempeñó el puesto de teniente de alcalde bajo el mando de Miguel Celdrán. Posteriormente fue diputado autonómico y senador. Respecto a si prevé continuar como líder de la oposición si no consigue gobernar tras este 26 de mayo, Monago recordó esta semana que él tiene «un compromiso adquirido» que se prolonga hasta el «próximo congreso». En cualquier caso, apostilló que él siempre está «a disposición del partido; es lo que tiene que hacer un militante».