Alas 4.30 horas de ayer era desarticulada de nuevo la cúpula del GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre). Esta vez, la tercera en seis años, fue en Reus (Tarragona), donde fueron detenidos el número uno, Juan García Martín, y dos miembros de la dirección, Carmen Cayetano Navarro, compañera suya y responsable de relaciones internacionales, y María Aránzazu Díaz Villar, dirigente del PCE-reconstituido, brazo político de la banda.

Una cincuentena de guardias civiles participaron en el asalto al ático de la calle de la Amargura, número 39, en el que residían desde hacía menos de un mes los tres presuntos terroristas. Un grupo de información de la Guardia Civil les seguía desde que cruzaron la frontera de Francia hace cuatro semanas.

Los vecinos jamás sospecharon que las tres personas que conocían como Paco y Elena, de Sevilla, y su sobrina de Logroño, que supuestamente tenía que hacer prácticas de agente forestal en la zona, eran en realidad la cúpula del GRAPO, buscada desde hacía cuatro años por la Guardia Civil, informa Ferran Gerhard.

REACCIONES DE SORPRESA La explosión que reventó la puerta del piso para franquear la entrada de los policías alarmó a todos los residentes en el inmueble. Luego, vinieron las sorpresas. "Me han engañado, jamás lo hubiera sospechado, ayer mismo Paco tomó una cerveza en mi casa", explicó María Salseny, suegra del propietario del sexto primera, el piso franco descubierto y que los grapo habían alquilado hace un año. Los terroristas se ganaron su confianza y llegaron a contarle que trabajaban en casa, en asuntos de publicidad.

Lidia Oller, propietaria de una tintorería cercana, vio cómo la Guardia Civil se los llevaba y sacaba bultos y cajas del edificio. Para ella también ha sido "una sorpresa" que gente tan peligrosa andara por el barrio.

Fuentes de la lucha antiterrorista aseguraron que desarticularon el comando de Reus porque se disponía a efectuar atracos y secuestros para recaudar fondos, ya que la banda atraviesa por una situación económica difícil. Desde su fundación en 1975, el GRAPO han perpetrado 87 asesinatos, la mayor parte en Madrid (43) y Barcelona (17).

Pese al duro golpe de ayer, fuentes de la lucha antiterrorista aseguraron a este diario que la banda no puede darse por desarticulada, ya que tiene al menos un comando operativo y cinco activistas en España. No obstante, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, subrayó la importancia de la operación policial, que deja muy mermada a los terroristas.

Lluís Miquel Pérez, alcalde de Reus, señaló que las detenciones neutralizan hipotéticos atentados este verano en la Costa Dorada, informa Esther Celma. El delegado del Gobierno, Joan Rangel, advirtió de la capacidad histórica de la banda terrorista para reorganizarse.

DOS PISTOLEROS La Guardia Civil acusa a García Martín de cubrir la huida de los dos pistoleros que asesinaron el pasado 21 de febrero a Ana Isabel Herrero, de 44 años, y causaron heridas graves de bala a su esposo, Francisco Colell, de 47, en la entrada del garaje del número 11 de la calle de Cervantes en Zaragoza, donde la pareja tenía una empresa de trabajo temporal. Los investigadores buscan a Israel Clemente López y a Jorge García Vidal como presuntos autores de ese crimen.

Las mismas fuentes oficiales aseguraron que los investigadores cuentan con testigos que aseguran que García Martín se encontraba en las inmediaciones del lugar del tiroteo ese día. También tienen datos que sitúan al exnúmero uno de los GRAPO en Castellón el 16 de marzo en un atraco en el que resultó herido de bala el responsable de una oficina bancaria.