El primer contingente de tropas españolas que partió el viernes pasado en cuatro buques desde la base de Rota (Cádiz) empezó a desembarcar ayer en las playas de Tiro, en el sur del Líbano.

Los 560 militares --480 infantes de Marina y 80 legionarios del Ejército de Tierra-- se incorporarán a la fuerza de interposición de las Naciones Unidas, cuya misión es salvaguardar el alto el fuego entre Israel e Hizbulá y contribuir al cumplimiento de la resolución 1701 de la ONU que puso fin al conflicto.

Las tropas españolas, con las boinas azules propias de las fuerzas de pacificación de las Naciones Unidas, se establecerán provisionalmente en el pueblo chií de Taibe, en lugar de en la pequeña ciudad cristiana de Marjayun, con la que se había especulado inicialmente, según informó el jefe de la expedición, el coronel Luis Meléndez. En Marjayun, en cambio, se fijará el cuartel general de una de las dos brigadas de la fuerza multinacional, cuyo mando quedará en manos españolas.

VACACIONES EN EL MAR "Hemos tenido un viaje muy cómodo y con buena mar. No ha sido Vacaciones en el mar , pero casi", bromeó sobre la arena de Tiro el coronel Meléndez. A las 10.30, hora local, vehículos anfibios y lanchas motorizadas empezaron a descargar un centenar de vehículos militares en una ardua operación que se prolongará durante toda la jornada de hoy.

Un tercio de la tropa tenía previsto dormir ya ayer en Taibe, mientras que el resto se disponía a acampar en la playa o a dormir en los buques Galicia y Pizarro , fondeados cerca de la costa y protegidos por la fragata Juan de Borbón y el buque de aprovisionamiento Patiño .

El contingente se quedará en Taibe cerca de mes y medio, según informó el teniente coronel José Luis Puig, responsable de información. Posteriormente será relevado por una brigada de la Legión, que formará el grueso de los 1.100 soldados españoles destinados en el sur del Líbano.

"Nuestra misión es crear un entorno seguro para que la población pueda volver a la normalidad, ocupar las posiciones que vaya dejando el Ejército israelí, ofrecer ayuda humanitaria y contribuir al despliegue de las fuerzas libanesas", explicó el coronel Meléndez. Su función, añadió, no será en ningún momento desarmar a Hizbulá.

Pero el primer destino de la fuerza implica mayores riesgos que Marjayun. Taibe está más cerca de la frontera israelí y la población es musulmana chií. Allí se vivieron algunos de los combates más feroces entre Hizbulá e Israel. Los bombardeos destruyeron decenas de viviendas, instalaciones eléctricas y depósitos de agua, por lo que las necesidades son extremas.

"Hemos demostrado que nuestro fuerte es mediar entre las partes, gracias a la buena relación que fraguamos con la población. Si lo logramos también esta vez, todo debería salir bien", dijo el coronel Luis Meléndez.

EN ZONAS REVISADAS Su mayor preocupación apunta a las miles de bombas de racimo esparcidas por Israel durante los últimos tres días de conflicto. "Tenemos que ir con cuidado. Pero las instrucciones de la ONU son muy precisas: solo nos permiten salir a las zonas que han sido revisadas", afirmó el coronel jefe del contingente español.