Nueva operación policial contra ETA. La Guardia Civil, en un control rutinario, detuvo el pasado jueves al presunto miembro del comando Vizcaya Gorka Lupiañez. El arrestado, de 27 años de edad, ha sido juzgado tres veces en la Audiencia Nacional por actos relacionados con la kale borroka . Sin embargo, los jueces le han absuelto por falta de pruebas o defectos formales.

El presunto etarra cayó en un control montado por la Guardia Civil en Berriz (Vizcaya). Los agentes le arrestaron tras comprobar que iba armado. El detenido tiene un amplio historial, ya que ha pisado varias comisarias y se ha sentado en el banquillo de los acusados en tres ocasiones. Sin embargo, ha salido airoso en esos procesos.

La policía le arrestó, por primera vez, en marzo del 2002, con otras seis personas, acusado de perpetrar actos de violencia callejera en el verano del 2001 en Durango. Quedó en libertad 48 horas después de su arresto. Además, en noviembre del 2002, fue arrestado junto a otras tres personas, acusado de haber participado en una emboscada contra una patrulla de la Ertzaintza en Gernika en diciembre del 2001. También se le acusó de recoger información de cargos públicos para hacerla llegar a la dirección de ETA. Las pruebas le llevaron a la cárcel, pero quedó en libertad en abril del 2005.

FALTA DE PRUEBAS La Audiencia Nacional le absolvió, por primera vez, en junio del 2004 por falta de pruebas. La policía explicó que el detenido mantenía citas frecuentes con los otros miembros del grupo. A pesar de ello, no le pudo relacionar "con acciones concretas".

Un año más tarde, los jueces tampoco encontraron pruebas para castigarle por los delitos de daños terroristas y tenencia de explosivos por participar en la quema de un cajero en Durango en octubre del 2000. El tribunal estableció que la prueba de ADN, que permitió su identificación, fue obtenida sin autorización judicial y la declaró nula.

En el 2006, volvió a ser juzgado por un ataque con cócteles molotov contra el cuartel de la Guardia Civil de Galdakano el 1 de enero del 2000, donde resultó herido un agente. La fiscalía pidió 22 años de cárcel, pero fue absuelto por falta de pruebas.

JUICIO PENDIENTE En enero iba a volver al banquillo por unos incidentes de septiembre del 2000. Lupiañez se enfrenta a una petición fiscal de cinco años de cárcel por los delitos de estragos y desórdenes públicos. El detenido denunció en el 2001 que había sido arrestado por la Ertzaintza, que le había exigido que colaborara como confidente.

Lupiañez se suma a la lista de etarras que han iniciado su trayectoria en la kale borroka . Fuentes de la investigación le relacionan con Arkaitz Goikoetxea y Jurdan Matitegui, autores del atentado del 10 de noviembre en los juzgados de Getxo.