La Guardia Civil detuvo ayer a un mauritano que secuestró un avión Boeing 737-700 de la compañía Air Mauritanie que aterrizó hacia las 20.30, hora peninsular, en el aeropuerto de la base militar de Gando, situada en Las Palmas de Gran Canaria. Los ocho miembros de la tripulación y 71 pasajeros, algunos de ellos españoles, sufrieron heridas leves y fueron liberados por los agentes del instituto armado poco después de que el avión tomara tierra.

El secuestrador iba armado con dos pistolas y, según informó la agencia Europa Press, tenía la intención de solicitar asilo político en Francia. No obstante, la subdelegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, en declaraciones realizadas a este diario, no quiso aventurar nada sobre sus intenciones hasta que terminara el interrogatorio de la Guardia Civil, que al cierre de esta edición no había finalizado. Tan solo precisó que el secuestrador era de raza árabe y que una veintena de pasajeros habían sufrido heridas leves, como contusiones y ataques de nerviosismo.

El aeropuerto de destino, tanto el de carácter militar como el civil, estuvo cerrado una hora y media, por lo que siete vuelos fueron desviados a otras islas, añadió la subdelegada del Gobierno.

El motín El alcalde de la localidad mauritana de Inal, Mohamed Ahmed Brahim, que viajaba en el avión, relató a Europa Press que "seis pasajeros" se lanzaron sobre el secuestrador durante el aterrizaje. Brahim añadió que el raptor en ningún momento explicó al pasaje el motivo de su actuación y que, después de que se introdujera en la cabina, el piloto salió a explicar que se iban a desviar a Dajla (Sáhara Occidental). Pero las autoridades mauritanas le impidieron aterrizar, según señalaron fuentes oficiales del país árabe.

Según indicó la Delegación del Gobierno, el vuelo secuestrado pertenece a una línea regular de Air Mauritania que todos los jueves hace el trayecto desde Nuakchot, pasando por Nuabidú (ambas ciudades en Mauritania) hasta Las Palmas. Todas las dotaciones de Bomberos disponibles en la zona acudieron al aeropuerto porque en un primer momento se pensó que había habido un tiroteo, hipótesis que en seguida se rechazó.

Los antecedentes En los últimos 38 años en España se han producido 15 secuestros aéreos. El más reciente fue en el año 1999, cuando un ciudadano marroquí secuestró un Boeing 737 perteneciente a la compañía Royal Air Marroc, procedente de Casablanca. El secuestrador hizo desviar el avión al aeropuerto de El Prat, en Barcelona, con la intención de cargar combustible para poder llegar hasta la ciudad alemana de Fráncfort.

En el aeropuerto de la ciudad condal y después de cinco horas de negociación, se consiguió que el delincuente liberase a los 68 pasajeros y a los 8 miembros de la tripulación.