La Policía Nacional ha detenido en Madrid al conocido como 'Señor de la droga', uno de los mayores distribuidores de heroína en varios poblados españoles, sobre todo en la madrileña Cañada Real, a cuya banda se han incautado 45 kilos de esta droga que en el mercado habría alcanzado los 5 millones de euros.

Carlos Pereira Pires, de 45 años y originario de Guinea Bissau aunque nacionalizado español, llevaba años asentado en España, tenía varios antecedentes policiales y estuvo en prisión por un delito relacionado con el tráfico de droga.

Ahora ha sido arrestado junto a su pareja, de origen dominicano, y dos compinches: madre e hijo de origen polaco que vigilaban la vivienda en la que se almacenaba la droga.

Están acusados de tráfico de drogas y de varias tentativas de homicidio y robos y se les consideraba especialmente peligrosos.

Los 45 kilos de heroína incautados son "una cantidad especialmente significativa", ya que supone cuatro veces más de todo lo incautado por la Policía Nacional en Madrid durante 2012 y la mitad de lo intervenido en España por la Policía ese año, según ha destacado el director general de la Policía, Ignacio Cosidó.

Cosidó ha informado hoy de esta operación junto a la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y el inspector jefe de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, Gabriel Sánchez.

La droga incautada se vendía como muy pura, aunque los ahora arrestados la habían cortado, y en el mercado negro habría supuesto unas ganancias de entre tres y cinco millones de euros.

La Policía Judicial del distrito de Villa de Vallecas de Madrid seguía a Carlos Pereira desde hacía meses porque se sospechaba que era el denominado "señor de la droga", "patrón" o "Pablo Escobar" que surtía a la Cañada Real de droga, principalmente heroína.

Carlos Pereira no cumplía el perfil típico de los vendedores de heroína, por su país de origen y porque su gran corpulencia no le hacía pasar desapercibido.

Estos agentes les perdieron la pista durante unos días el año pasado y creyeron que, como sospechaban que solía hacer, habría ido a Holanda a comprar heroína procedente de Afganistán o Pakistán para luego venderla en Portugal y en poblados españoles como el de la Cañada Real.

Pero poco después supieron que permanecía escondido, con más medidas de seguridad de la que utilizaba habitualmente, porque supuestamente había participado en un tiroteo entre 'narcos' ocurrido el pasado 26 de septiembre en un piso de Madrid.

Ese día dos hombres que supuestamente iban a vender cinco kilos de cocaína a los integrantes del grupo del "señor de la droga" fueron tiroteados presuntamente por éstos, que llevaban un fusil de asalto AK-47 y un revólver e iban vestidos con chalecos antibalas.

Tras el tiroteo, que dejó a los dos 'narcos' heridos graves y 53 impactos de bala, los miembros de la banda del "señor de la droga" huyeron con la droga y con el dinero de la transacción.

Por eso se les imputan dos delitos de homicidio en grado de tentativa.

Los agentes de Vallecas y los de la Unidad de Crimen Organizado trabajaron juntos desde entonces y recientemente detuvieron a Carlos Pereira cuando se trasladó desde Pedrezuela a Madrid para hacer una entrega de 2,5 kilos de heroína, que los agentes hallaron oculta en el vehículo.

En los días siguientes detuvieron a los otros tres miembros del grupo y registraron la casa de Pedrezuela y dos pisos en la capital en los que se decomisaron 43 kilos de heroína, 525 gramos de cocaína, ocho kilos de sustancias de corte, 1.500 cartuchos, un revólver y un chaleco antibalas, entre otros objetos.

Cuando fue arrestado, Carlos Pereira acababa de regresar de Holanda de comprar droga, ya que él mismo solía encargarse de este cometido para vender luego la heroína en Portugal y en poblados españoles, fundamentalmente de Extremadura y en la Cañada Real de Madrid.

El director general de la Policía ha felicitado a los agentes por una operación en la que se ha intervenido una cantidad "especialmente significativa" de heroína y porque se trataba de un grupo "especialmente peligroso" que tomaba fuertes medidas de seguridad.

En la misma línea, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha sostenido que se trata de un importante golpe al tráfico de droga en la región