La policía detuvo ayer a los promotores y principales ejecutores de los actos de violencia callejera y disturbios más significativos que han tenido lugar desde la ruptura del alto el fuego en San Sebastián. El Ministerio del Interior destacó que los siete arrestados formaban un grupo que presuntamente apoyaba a ETA, aunque se está investigando su relación con la banda. Con esta operación se remata la política de hostigamiento contra los responsables de la kale borroka , tras el arresto de sus cabecillas, hace unos días en Vizcaya y en verano en Alava. Como puso de manifiesto ayer el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, la prioridad es perseguir "toda la violencia, también la callejera".

La policía imputa a los detenidos --Jon Sardon Zabaleta, Unai Pérez Quintans, Julen Garmendia Pradillo, Pello Lamarka, Mikel Arretxe, Ekaitz de Ibero y Egoi Alberdi-- los ataques contra los cuerpos de seguridad que tuvieron lugar durante el golpe a la cúpula de Batasuna el 2 de octubre. Asimismo, con motivo del Día de la Hispanidad, según destacó Interior, "dirigieron y participaron activamente" en la cadena de "graves disturbios" en San Sebastián.

Además, se les acusa de participar en la marcha ilegal convocada por Askatasuna, que se saldó con la detención del dirigente de la organización de apoyo a los presos Juan Mari Olano, y 11 heridos. Por último, se les imputa la quema de dos autobuses, el intento de calcinar otro y varios cortes de tráfico. Al menos tres de los detenidos (Lamarca, Alberdi y Arretxe), según Europa Press, se habían hecho cargo de la estructura del terrorismo urbano en San Sebastián en 2005, tras la detención de Oier Lorente.