La Policía Nacional detuvo ayer, en el marco de una operación contra el terrorismo internacional, a 11 islamistas en Ceuta, vinculados supuestamente a una célula salafista que estaba fase de adoctrinamiento pero que tenía proyectos, todavía no definidos, para atentar en la Península y Ceuta. Según explicó desde Argel el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, los islamistas estaban en periodo de formación y no tenían objetivos concretos pero estaban planteándose "pasar a la acción". "Cuando se ha visto que planteaban pasar de la discusión fanática a la acción, se ha procedido a su detención", subrayó el ministro.

Los detenidos --de edades comprendidas entre los 23 y los 38 años-- son de nacionalidad española, salvo uno, que es marroquí, aunque tiene permiso de trabajo en vigor en España. Entre ellos hay dos hermanos de Hamed Abderrahman, Hmido, conocido como el talibán español , que estuvo detenido en Guantánamo y que el pasado julio fue absuelto por el Tribunal Supremo de una condena a seis años de cárcel que la Audiencia Nacional le había impuesto por formar parte de Al Qaeda.

DIRIGIDA POR GARZON La operación, denominada Duna, la ha dirigido el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón. La investigación comenzó en marzo del 2005, cuando la comisaría general de información de la policía nacional tuvo conocimiento de que la célula estaba reclutando a jóvenes musulmanes para hacer la yihad o guerra santa.

Fuentes del Ministerio del Interior destacaron que no realizaban labores para captar financiación o facilitar logística a otros islamistas, sino que se centraban en reclutar jóvenes. Los lazos de los arrestados llegaban incluso al Reino Unido y Marruecos.

Dos de los detenidos fueron arrestados en Marruecos el mes pasado y estuvieron encarcelados varias semanas acusados de pertenecer a una organización islamista radical. Sin embargo, después de la intervención del consulado de España en Tetuán, fueron puestos en libertad sin cargos, informa desde Ceuta Luis Manuel Aznar.

Fuentes jurídicas precisaron que los detenidos mantenían reuniones periódicas en torno a una mezquita de Ceuta y que el grupo estaba en fase de adoctrinamiento, aunque quería hacerse con armas y explosivos. Según las mismas fuentes, tenían proyectos no concretados para atentar en la Península y en Ceuta y se financiaban mediante la delincuencia común, el robo y el tráfico de drogas.

Otras fuentes, en este caso ubicadas en Ceuta, reiteraron que el grupo no disponía de una infraestructura para la comisión de posibles atentados, pero que en las conversaciones que les fueron grabadas a lo largo de este año y medio se observa que hacían comentarios radicales. Así, los detenidos señalaban la necesidad de iniciar algún tipo de lucha. El ministro del Interior, de visita oficial en Argel, hizo hincapié en que la detención ha evitado que llegaran a atentar. "Se ha cogido a la célula a tiempo", resumió el responsable de la lucha antiterrorista.

VINCULACION A AL QAEDA Según fuentes de Interior, en los registros que se han llevado a cabo tras la detención se han requisado "evidencias suficientes" que vinculan claramente a este grupo de individuos con Al Qaeda. Así, se les ha intervenido abundante documentación, como libros, textos, cintas de audio y vídeo, con contenidos relacionados con el islamismo radical y yihadista. Asimismo se ha encontrado un documento sobre suicidas y una carta dirigida a un detenido en la operación Tigris, en la que fueron arrestadas también 11 personas en el mes de junio del 2005.

A falta de analizar pormenorizadamente esta información, fuentes de Interior aseguran que el grupo estaba en la órbita del salafismo radical, pero que todavía no se ha acreditado que formaran parte del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), vinculado al 11-M y al atentado en Casablanca (Marruecos) en mayo del 2003.

Además, los agentes encontraron una pistola de aire comprimido, un machete, documentación falsa, teléfonos móviles, cámaras de vídeo y cuatro ordenadores, una balanza de precisión y gas lacrimógeno.

La espectacular operación policial se desarrolló en la barriada del Príncipe Alfonso de Ceuta, muy cercana a la frontera con Marruecos. En ella participaron agentes de la Comisaría General de Información, de la Jefatura Superior de Policía de Ceuta y una unidad de los GEO (Grupo Especial de Operaciones). También colaboraron los servicios de inteligencia de Marruecos.