La policía francesa capturó ayer a los etarras Asier Bengoa y Saioa Sanchez, que figura entre los etarras más buscados. Los investigadores están casi convencidos de que, junto con un tercer miembro de ETA que todavía está siendo buscado, cometieron el brutal atentado del pasado fin de semana en Capbreton. Desgraciadamente, el éxito policial vino acompañado de una triste noticia: el fallecimiento de Fernando Trapero, el guardia civil que los terroristas dejaron gravemente herido el sábado.

El Ministerio del Interior francés señaló en un comunicado que la pareja "corresponde a la descripción de los individuos buscados por el homicidio", en virtud del relato de los testigos del suceso y su errática huida. El comandante de la Gendarmería de Montpellier, Bruno Roguiez, se mostró convencido de que los detenidos "son los presuntos autores del doble asesinato, ya que cuadran perfectamente con las descripciones y las informaciones que nos habían facilitado". Fuentes de la lucha anti-ETA españolas también se mostraban casi seguras de su culpabilidad.

CONFUSION En un principio se apuntó que la etarra era Amaia Alonso, lo que ella dijo al ser detenida, pero después el cotejo de las huellas dactilares señaló que se trataba de Saioa Sanchez, presunta jefa del último comando Vizcaya, huida cuando la Ertzaintza descubrió el 23 de diciembre del 2006 un zulo en Amorebieta (Vizcaya) con más de 60 kilos de explosivos. El otro detenido, Bengoa, fue condenado el año pasado a 7 años y seis meses de prisión por colaboración con banda armada. Interior no confirmó oficialmente la identidad de los detenidos.

La comparación de las huellas con las encontradas en el lugar del atentado, las pruebas de balística y las declaraciones serán determinantes para saber si la pareja forma parte del trío que asesinó a los guardias civiles. No obstante, fuentes policiales aclararon que, al contrario de lo que se dijo en un principio, fue la chica del comando la que disparó a los agentes.

Los gendarmes arrestaron a la pareja en una estación de autobuses de Ch teauneuf-de-Randon, a unos 30 kilómetros de Mente, en el sur de Francia. Iban armados, pero no opusieron resistencia. Al parecer, habían sido identificados la tarde anterior.

La acción criminal perpetrada en su territorio llevó a las autoridades francesas a ordenar un gran despliegue, con 1.500 agentes, incluidos los miembros del GIGN, la unidad de élite. Fuentes del cuerpo calificaron el operativo, que sigue en busca del tercer etarra, de "tela de araña".

LOS FALLOS En España, fuentes de la Guardia Civil destacaron que la detención de los posibles culpables en tan solo cuatro días se ha debido al excepcional despliegue de la Gendarmería, además de los sucesivos fallos que han cometido los etarras. También han sido de gran ayuda las llamadas de personas que se cruzaron con la pareja, que describieron a los agentes que estaban visiblemente nerviosos y hablaban con acento español.

El primer fallo lo cometieron al intentar robar el Golf en Gabillou. El dueño se lo impidió y describió a los agentes el coche en el que huyeron, un Clio. Al parecer, según la reconstrucción que hizo Vasco Press, la pareja sufrió con este coche un accidente, lo que les obligó a abandonarlo y utilizar varios transportes, desde el autobús hasta el taxi, pasando por el autostop (véase gráfico de la página siguiente). Finalmente, fueron detenidos a más de 1.000 kilómetros de donde supuestamente dispararon contra los guardias civiles. El Ministerio del Interior sostiene, en virtud del material explosivo encontrado en el primer vehículo, que los terroristas formaban un comando que tenía planeado atentar en España y que su encuentro con los guardias civiles fue "fortuito".

EL ENTIERRO El funeral de Estado por el agente fallecido se celebrará el viernes en el colegio de Guardias Jóvenes de la Guardia Civil Duque de Ahumada, en Valdemoro (Madrid), por expreso deseo de la familia, que ha decidido donar los órganos del fallecido al hospital de Bayona. Sus restos mortales llegarán este mediodía a Madrid.