La investigación policial de los atentados del 11-M ha llevado a la policía a detener a otros tres marroquís relacionadas con la masacre y ha aportado nuevas pruebas de la implicación del marroquí Fouad El Morabit que han supuesto su ingreso en prisión. Los forenses confirmaron que los terroristas que se inmolaron en Leganés eran siete, pero sigue sin saberse la identidad de tres.

Los agentes detuvieron entre las nueve y las diez de la noche del viernes en un piso de Parla, localidad cercana a Leganés, a los marroquís Said Aharouch y Assem Belhabj. En la misma operación retuvieron a otras tres personas que quedaron en libertad tras ser interrogadas. El domingo continuó la operación con la detención en Leganés del también marroquí Hibrhaim Atalah. Fuentes de la investigación señalaron que se trata de "colaboradores necesarios" de los autores del 11-M.

Alguno de los detenidos fue relacionado con el alquiler del piso que ocuparon los terroristas que se inmolaron en Leganés y, según las mismas fuentes, otro puede ser familiar de alguno de los tres inmolados todavía no identificados.

Ayer el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, que dirige la investigación, apreció indicios suficientes para imputar al marroquí El Morabit un delito de colaboración con banda armada y ordenó su prisión incondicional y comunicada. Los investigadores lograron determinar que el imputado, que fue detenido el jueves por tercera vez, había hablado por su teléfono móvil con varios implicados en el 11-M antes y el mismo día de los atentados y que mantenía una relación muy estrecha con el jefe de la célula, Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino .

El Morabit compartió piso con el hermano de uno de los terroristas inmolados en Leganés. A primeros de año se trasladó a vivir con el sirio Basel Ghayoun, que está encarcelado como presunto autor de la colocación de las bombas en los trenes. El Morabit y Ghayoun fueron arrestados el 25 de marzo en Ugena (Toledo), pero el primero quedó libre tras comparecer ante Del Olmo el día 30. Ese mismo día fue detenido de nuevo y el 2 de abril, el juez lo volvió a dejar libre, con la obligación de presentarse a diario en una comisaría.

El imputado dijo ante el juez que nunca sospechó que sus colegas fueran terroristas y se declaró inocente. Al ser preguntado de qué vivía y cómo sufragaba sus estudios de ingeniería aeronáutica en la Universidad Politécnica de Madrid, dijo que realizaba trabajos temporales en la construcción. Según fuentes jurídicas, su versión no coincide con las pruebas. Una vía de la investigación se centra en ver las conexiones del grupo de El Tunecino con un cabecilla de Al Qaeda residente en Gran Bretaña.

Muhamed Galeb, Abu Talha , considerado financiero de la célula de Al Qaeda desarticulada en España en el 2001 declaró ayer ante el juez Baltasar Garzón. Este negó haber dado dinero a miembros de Al Qaeda.

AGENTES QUE HABLEN ARABE La Dirección General de Policía ha remitido un escrito a todas las jefaturas superiores y comisarías provinciales de España para que le informen de si en sus plantillas hay agentes que conozcan el idioma árabe para destinarlos a un grupo especializado en terrorismo islamista. Según fuentes sindicales, sólo se ha hallado en toda España un agente que hable ese idioma, informa J. M. Pérez Bernad.