Rectificar es de sabios. Pero también lo puede ser de asustados. Después de varios días de reflexión, y bajo la amenaza de un proceso por desobediencia grave a la justicia, el director general de la policía bajo el Gobierno del PP, Agustín Díaz de Mera, ha revelado al tribunal del 11-M la identidad del agente que supuestamente le habló de un informe elaborado en diciembre del 2005 que vinculaba a ETA con la masacre.

En una carta al presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, el hoy eurodiputado del PP dice facilitar el dato contra la voluntad de la fuente, hacia la cual evidencia rencor por negarle ahora su apoyo. "Mi lealtad hacia él, duramente acreditada, no ha sido correspondida como yo esperaba", señala. Díaz de Mera vierte además graves acusaciones contra el excomisario general de Información Telesforo Rubio y el jefe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI), José Cabanillas, a quienes responsabiliza de haber "manipulado" el citado informe con el fin de desvirtuar la implicación etarra.

MULTA Díaz de Mera se negó a desvelar la identidad del agente en su comparecencia ante el tribunal el 28 de marzo pasado, lo que le valió una multa de 1.000 euros y la imputación de un delito de desobediencia sancionable con seis meses a un año de prisión. Según fuentes judiciales, la rectificación del exjefe de la policía no paraliza el procedimiento en su contra, que tramitará el Tribunal Supremo por ser Díaz de Mera aforado como eurodiputado. En su misiva, el exdirector de la policía justifica ahora la divulgación de su fuente por el "convencimiento" de que la colaboración con la justicia es "prevalente a cualquier otra circunstancia". Por petición de Díaz de Mera, el tribunal mantiene en reserva la identidad del agente. Diversas fuentes señalan que se trata del comisario de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) Enrique García Castaño, que próximamente deberá comparecer como testigo en el juicio por otras razones.

El tribunal difundió ayer la carta de Díaz de Mera, reemplazando todos los nombres propios por los números de identificación policial y omitiendo por completo cualquier referencia a la fuente. Sin embargo, las correspondencias son evidentes. La versión del exdirector de la policía es la siguiente: en septiembre del 2006, la fuente le contó que el comisario general de información --Telesforo Rubio, ascendido luego a subdirector del mando conjunto de la policía y la Guardia Civil-- encargó un informe sobre posibles conexiones entre islamistas y ETA.

El informe se encomendó a "un gran conocedor de la lucha antiterrorista" --el entonces jefe de la UCI, Domingo Pérez Castaño--, que constató relaciones entre etarras e islamistas y recomendó investigar en esa línea. Como al comisario general "no le gustó el contenido del informe", trasladó a Pérez Castaño al País Vasco y puso el informe en manos de su sucesor al frente de la UCI, Cabanillas, que lo "manipuló" para eliminar las conexiones entre ETA y los yihadistas. Por último, dos funcionarios, "un hombre y una mujer", elaboraron la "redacción final" del documento. Cabanillas también está citado como testigo en el juicio. Tal como están las cosas, su comparecencia y la de García prometen ser una prueba demoledora contra el exdirector de la policía. Díaz de Mera destaca que, tras su comparecencia ante el tribunal, mantuvo "tres o cuatro" reuniones con su fuente, que le contó que el informe "manipulado" se encuentra en el sumario. De Mera alude al informe Hipotéticos vínculos entre islamistas y ETA , del 14 de diciembre del 2005, que desmonta las supuestas conexiones.

El tribunal prevé decidir hoy o mañana si aplica una normativa excepcional para incluir a la fuente como testigo y si le concede la condición de protegida.