En apenas unas horas, la secretaria general del PSOE andaluz Susana Díaz ha abierto y cerrado una crisis en el seno de la formación con la excusa de recuperar el brío a su labor como oposición en Andalucía. La principal consecuencia de esa crisis ha sido la salida del portavoz parlamentario Mario Jiménez, quien estuvo al frente de la gestora socialista en 2016, y la entrada de un dirigente sanchista en la ejecutiva regional, con la que la dirección andaluza presume ahora de sintonía. Llevamos ya un tiempo como tiene que ser, funcionando con los mismos objetivos y con relaciones fluidas, aseguró este lunes el secretario de organización, Juan Cornejo.

La remodelación se produce seis meses después de la pérdida de la Junta de Andalucía. Tras ganar las elecciones autonómicas del pasado diciembre, mantuvo los pilares de su núcleo duro, pero ahora Susana Díaz empieza a asumir su papel de líder de la oposición y apuesta por dar un nuevo impulso a esa labor de control del Ejecutivo de PP y Cs apoyado por la ultraderecha de Vox. El cambio de mayor calado es la salida de Mario Jiménez para refrescar el grupo parlamentario. Durante un tiempo fue rival de la propia Díaz, como ocurrió en el 2013 cuando José Antonio Griñán dudaba entre ambos para afrontar su sucesión.

UN PORTAVOZ "QUEMADO"

Este se decantó por Díaz, que mantuvo a Jiménez a su lado durante un tiempo e incluso le puso al frente de la gestora que sucedió a Pedro Sánchez al frente del PSOE federal, poniéndole en el disparadero de los afines al líder caído. Pero ahora los tiempos son otros, y algunas fuentes socialistas hablan de un portavoz quemado y con escaso control del grupo parlamentario. El PSOE andaluz rechazó que su salida sea una concesión a Sánchez tras esta nueva etapa, con quien se ha retomado la sintonía, y algunas fuentes que apuntan más bien a la enemistad interna, como prueban las críticas exhibidas públicamente por el entorno de Jiménez que hablan de traición y deslealtad por este movimiento. El afectado siquiera acudió a la reunión de la comisión ejecutiva regional de este lunes, donde su marcha fue aprobada por unanimidad, aunque la dirección regional trató de revestir su marcha de normalidad, restó importancia a las críticas en un partido con pensamientos diversos y agradeció la labor incalculable prestada en tiempos complicados.

Su papel en el Parlamento será asumido por el exconsejero José Fiscal, hombre en ascenso en la dirección andaluza y actual coordinador de la secretaria general. Asimismo, su hueco en la ejecutiva regional, de la que Jiménez era miembro nato por su labor de portavoz, pasa a ser ocupado por Joaquín Dobladez, jefe de Gabinete de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba y con quien Díaz manda un mensaje de integración a corriente sanchista, creando para él un área de transición ecológica y cambio climático. Estos cambios, adelantados este fin de semana por 'El País', así como el ascenso a puestos de relieve en el grupo parlamentario de varios exconsejeros afines a Díaz, como la exministra Rosa Aguilar, han sido realizados en comunicación fluida con la dirección federal, aseguró Cornejo.