La Audiencia de Las Palmas ha condenado a dieciocho años y cuatro meses de cárcel al ciudadano senegalés que en octubre de 2011 se entregó a la Guardia Civil en Lanzarote tras estrangular a su novia, al considerarle culpable de un delito de asesinato y otro de profanación de cadáveres.

La sentencia se basa en el veredicto del jurado que juzgó el caso durante el mes de mayo -el primero que se constituye en la historia en Lanzarote-, que declaró probado que Mor N., de 37 años, mató a su novia, la italiana Mara Serighelli, con la que tenía una hija, después que esta le comunicara que quería cortar la relación.

El veredicto también considera acreditado que el procesado faltó al respeto exigible al cadáver de su pareja, llevándose el cuerpo ya inerte a la habitación, para consumar una penetración.

El propio acusado se confesó culpable de la muerte de su pareja durante el juicio y se mostró dispuesto a cumplir la condena "con dignidad y corazón", aunque alegó que esa era la única ocasión en su vida en la que había "perdido el control".

El jurado estimó acreditado que, el mismo día en el que su novia le comunicó que quería abandonarlo, el procesado esperó a que ella regresara a la casa que compartían en Puerto del Carmen y, nada más franquear la puerta, la estranguló con un cable sin posibilidad alguna de que se defendiera.

La Audiencia entiende que ese modo de actuar añade al homicidio una agravante de alevosía que convierte los hechos en asesinato, aunque también reconoce al acusado a la hora de establecer la pena la atenuante de confesión.

La sentencia condena además a Mor D. a no poder acercarse ni ponerse en contacto durante 25 años con la hija que tenía con Mara Serighelli, una niña de tres años, ni tampoco con los abuelos maternos de esta. Asimismo, deberá indemnizar a la menor con 200.000 euros.