El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, ha vuelto a plantear la posibilidad de que se dinamite y destruya el Valle de los Caídos una vez que haya sido vaciado de todos los restos enterrados allí y tras el primer paso que puede suponer la exhumación del dictador Francisco Franco. Mulet ha retomado este jueves la propuesta que presentó en el Senado el año pasado en forma de enmiendas a una propuesta de reforma de la Ley de Memoria Histórica que promovía el PSOE. Tras la sentencia del Tribunal Supremo a favor de la decisión del Gobierno de trasladar los restos de Franco, el senador pide de nuevo que se baraje la destrucción del conjunto.

A su juicio, la solución "más digna" para ese lugar es exhumar todos los restos y demolerlo, porque si no continuará siendo "lugar de peregrinación de los golpistas" y porque necesita una inversión anual del Estado para su conservación cuando no tiene a su juicio valor arquitectónico. Según ha explicado el portavoz, el mantenimiento cuesta cada año 1,8 millones de euros sin actuaciones extraordinarias: más de 1 millones en gastos corrientes y el resto, en transferencias e inversiones, según los datos de 2016 recogidos por Mulet.

"TROFEOS DE GUERRA"

"La gente fue enterrada en malas condiciones sin el consentimiento familiar, como trofeos de guerra de su verdugo. El estado de conservación de los cuerpos y del conjunto es insostenible, por ello hay que vaciar de cuerpos el Valle de los Caídos, entregarlos a los familiares o darles digna sepultura, y valorar si merece la pena dinamitarlo", ha dicho el senador este jueves.

Ha reclamado también que junto a la exhumación de Franco se lleve a cabo también la de Miguel Primo de Rivera, enterrado junto a él en lugar principal de la basílica, y que los restos del dictador no sean trasladados a otro lugar propiedad del Estado como sería la cripta del cementerio de Mingorrubio. "O sea que, al final, un golpista criminal continuará reposando privilegiadamente un panteón del Estado", ha dicho.

Mulet mantiene desde hace varios años una campaña para requerir a municipios de todo el país que cambien el nombre de calles y plazas dedicadas a dirigentes del franquismo y para que eliminen símbolos y obras de celebración de la dictadura. El propio Senado, a instancias del portavoz de Compromís, ha enviado cientos de cartas a distintas instituciones para que atiendan al senador, que exige el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.