Las negociaciones para repartir los puestos en la Mesa y en las comisiones del Congreso de los Diputados tienen implicaciones económicas. Los partidos usan los cargos para premiar y promocionar a militantes con cargo al erario de las Cortes.

En eso andan los dirigentes de casi todas las fuerzas. El PSOE consumió la semana pasada negociando la constitución del órgano de gobierno de la Cámara baja, formado por un presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios. La aritmética parlamentaria permite que los socialistas asuman la presidencia y se repartan a partes iguales con el PP los puestos restantes.

El PSOE quiere dar cabida en la Mesa a CiU y el PNV, y facilitarles la presidencia de algunas comisiones, a condición de que apoyen a José Bono como presidente del Congreso, cosa que ninguna de las dos fuerzas ha garantizado aún. Al mismo tiempo, los socialistas no quieren asumir en solitario el peso del "pluralismo" y han solicitado al PP que ceda uno de los puestos para los nacionalistas. Tras la negativa de los populares, el PSOE los ha amenazado con negarles la presidencia de comisiones.

Así está el escenario la víspera de la constitución de las Cortes, con la que mañana dará inicio la novena legislatura. En todo este tema subyacen no solo intereses políticos, sino también económicos: los nueve cargos de la Mesa y las 32 presidencias de comisiones suponen para los partidos una herramienta útil para recompensar, a cuenta pública, a militantes que consideren merecedores de tal reconocimiento.

SUPLEMENTOS Si Bono, como se prevé, es elegido mañana presidente de la Cámara baja, pasará a percibir un sueldo bruto anual de 219.534 euros, suma que supera los 91.982 euros asignados por los presupuestos al jefe del Ejecutivo. El montante se desglosa de la siguiente manera: 13.857,14 euros mensuales --un 80% son suplementos-- más 1.823,86 euros en ayudas como diputado de fuera de Madrid, todo multiplicado por 14 pagas.

Tanto el presidente del Congreso, como los miembros de la Mesa y los portavoces de los grupos tienen derecho a coche oficial con chófer, despacho, móvil y ordenador portátil con acceso a internet, además de 240 euros al mes para taxis y dietas.

A ello hay que sumar los asistentes: 12 para el presidente de la Cámara, 16 para los otros ocho miembros de la Mesa, 32 para los presidentes de comisión y 183 a repartir entre los grupos.

Por otra parte, el Congreso aporta subvenciones a los grupos. Para el primer trimestre del 2008, las cantidades oscilaron entre los 912,3 millones de euros para el PSOE y los 112,5 millones para IU-ICV. Ahora, al carecer de suficientes escaños para formar grupo, IU-ICV perderá recursos y presencia en los debates, por los que busca un pacto con ERC y Nafarroa Bai.