Por primera vez desde que Batasuna fue declarada ilegal en el 2003, los dirigentes de la formación no protagonizaron el acto político central del Aberri Eguna. Pernando Barrena o Joseba Permach, habituales oradores en las concentraciones de la izquierda aberzale, participaron en la celebración promovida por la asociación de cargos municipales Udalbiltza en el pabellón deportivo Anaitasuna de Pamplona, pero se mantuvieron en segundo plano. Arnaldo Otegi ni se dejó ver.

La posibilidad de que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska revise la situación de libertad provisional en la que se encuentran los principales líderes de Batasuna actuó de freno. El magistrado ya había advertido en su última resolución de que podría reconsiderar las medidas en el caso de que se produjera una "reiteración" delictiva como lo es, recordó, actuar en nombre de una organización ilegal.

Aunque Batasuna como tal no promovió ninguna convocatoria, sus dirigentes participaron en todos los actos convocados por Udalbiltza. Durante la mañana se desarrollaron en distintos ayuntamientos y, por la tarde, la cita se centró en Pamplona, con asistencia de 3.000 personas.

AL CALOR DE LIZARRA La asociación de cargos elegidos nació en 1998 al calor del pacto de Lizarra y se dividió en dos (la de Batasuna y la de PNV y EA) cuando ETA rompió la tregua en el año 2000. A pesar de la fractura, cada uno de los dos grupos ha mantenido la actividad.

Así, la asociación que reúne a la izquierda aberzale, en boca de el exalcalde de Batasuna de la localidad vizcaína de Ondarroa, Loren Arkotxa, difundió ayer una declaración en la que se afirma que se ha llegado al "punto de partida" de la "resolución democrática" del problema vasco y que en ella deben participar todos los partidos, sindicatos y organizaciones sociales de "toda Euskal Herria"; esto es, de Euskadi, de Navarra y del País Vasco francés. La asociación pidió también la implicación de los estados español y francés.

DERECHOS CIVILES Arkotxa denunció el interés de algunos en confundir "la paz sometida con la paz" y advirtió que ésta sólo llegará cuando el pueblo vasco recupere "lo que es suyo". Explicitó que eso significa garantizar los derechos "civiles y políticos" a todos los ciudadanos "en todos" los territorios.

Además, Arkotxa recordó que es tiempo de "asumir compromisos" y pidió a todas las fuerzas que trabajen "como pueblo". Por eso, defendió que es "Euskal Herria" la que les pide que estén "a la altura" del momento.