Ninguno de los directores de las revistas del corazón quiso ayer opinar sobre el arresto de Isabel Pantoja, a pesar de que todos han tenido ventas millonarias con portadas protagonizadas por la tonadillera. Sin embargo, la mayoría de los periodistas especializados coincidieron en que la de la cantante era una detención anunciada.

María Patiño, colaboradora del programa ¿Dónde estás corazón? explicó que lo único que no tenía claro era la fecha de la detención. "A tenor de los indicios que existían, la compra del apartamento de Guadalpín y la ampliación de su patrimonio coincidiendo con su baja laboral, era lógico que el juez la llamara a declarar", dijo.

Con Patiño coincidió Paloma García Pelayo, de la agencia Korpa, que opinó que lo sucedido era previsible. "El juez se ha tomado su tiempo y ha atado todos los cabos para demostrar las imputaciones. Para mí, la imagen de la cantante ha quedado afectada".

Esperanza Navarrete, de Lecturas, defendió que "el nombre o apellido no exime de las responsabilidades jurídicas". "La imagen de Isabel Pantoja está tocada aunque la hayan puesto en libertad", opinó, por su parte, Karmele Marchante, que añadió: "Es muy importante saber que ha estado acusada de blanqueo de dinero".

OTRA FOLCLORICA Finalmente, la periodista Chelo García Cortés, amiga personal de la tonadillera, declaró: "No me lo esperaba porque no hay indicios. Deseo que Isabel salga de esto". El caso de Pantoja recuerda a otra folclórica, Lola Flores, que fue condenada en 1991 por cuatro delitos fiscales.